Tras muchísimos años de espera, empezó a sonar una nueva película de Alíen, primero que si otra secuela, luego que si un remake de la excelentísima obra original, y finalmente una historia dentro de su universo que seguiría nuevos caminos, las alarmas se finiquitaron en el momento que supimos que su creador Ridley Scott iba a estar a su cargo, las expectativas subían por las nubes...
Y finalmente nos llegó Prometheus, que pintaba mejor que bien, tenía a priori todas las de ganar.
Tras verla más de una vez, puedo decir sin temor a equivocarme que ha sido una de las mayores decepciones de la historia del cine, los culpables de esto han sido sus pésimos guionistas, de los que no volveré a ver absolutamente nada donde metan sus asquerosas manazas, el verdadero y tristemente verdugo de su propia creación ha sido el señor Ridley Scott, no entiendo como pudo dar el visto bueno al guión y rodarlo, no me cabe en la cabeza, es imposible que le guste, pero aún así lo hizo y se dejó la pasta en ello, porque visualmente es una maravilla, sobre todo lo que acontece antes de llegar al planeta desconocido, la fuerza y belleza de sus imágenes, la excelente música como acompañante de lujo en esas despampanantes estampas de los paisajes, y con esa extraña e imponente criatura.
Lo que sigue a continuación es el descubrimiento de una pintura rupestre por parte de la protagonista donde se deja entrever unas criaturas apuntando al firmamento, y no es la única que han descubierto, todo invita a pensar en una especie de invitación alienígena, algo que podría responder a las respuestas que siempre nos hemos hecho los seres humanos, ¿De dónde venimos?, ¿Quién creó la vida?, esas preguntas ahora es posible que puedan ser respondidas.
La nave espacial Prometheus con los mejores científicos que puedan parir la tierra, junto a la tecnología más avanzada, se dirige hacia ese sistema planetario en busca de lo desconocido (impresionantes, aunque muy pocas escenas espaciales).
hasta aquí todo perfecto, una propuesta interesantísima, arriesgada, y encima dentro del universo de Alien, ¿Tan mal puede salir luego la cosa? Sí.
Pues todo se va a la mierda, de una forma ridícula, culpa de un pésimo guión, convirtiéndose en una vulgar película que no hace justicia a nada, un auténtico desastre, muy doloroso.
Salvo de la quema a Michael Fassbender, a su gran personaje y nada más.
Ridley Scott tiene la obligación de arreglar este tremendo estropicio sacando sus máximas dotes que tenga, y que bien ha ido demostrado a lo largo de su exitosa carrera, mediante una secuela o lo que desee, pero debe hacerlo, más que nada por respeto a sus fans y a los del universo "Alíen" .