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Voto de JoJoestar:
4
6.3
21,910
Thriller. Drama
Michael Clayton (Clooney) trabaja para un famoso bufete de Nueva York, aunque no ejerce exactamente de abogado. Su trabajo consiste en eliminar del modo más rápido y aséptico los trapos sucios de los importantes clientes de su empresa. No es ni policía ni abogado, sino una perfecta mezcla de ambos: el perro guardián, el compañero fiel que siempre obedece y nunca pregunta... (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría hablar de una buena película, con una dirección, edición y montaje muy potentes; con un casting de lujo y unas interpretaciones a la altura; con una estructura narrativa interesantísima, donde durante la primera mitad de la película todas las piezas del puzzle están desplazadas del sentido que tienen (la película juega a mostrar el acertijo ya resuelto sin que se termine de explicitar en qué consistía, para entonces ofrecer una explicación a posteriori que nos permite entender lo mostrado). Podría hablar de todo eso, pero en su lugar me veo obligado a hacerlo del primer y único momento en el que la película decide volverse absolutamente estúpida y echar por tierra gran parte del esfuerzo realizado hasta el momento.
Ese momento es el giro en torno al que se articula la resolución y el clímax de la película, y resulta que es una completa gilipollez. Es tan absoluta y perfectamente estúpido que resulta dificilísimo hacer la vista gorda y no descartar la película por completo.
A pesar de todo la película tiene virtudes y, fallos aparte, como thriller es funcional y recomendable si uno está dispuesto a ser flexible. A mí me gustaría intentarlo.
Ese momento es el giro en torno al que se articula la resolución y el clímax de la película, y resulta que es una completa gilipollez. Es tan absoluta y perfectamente estúpido que resulta dificilísimo hacer la vista gorda y no descartar la película por completo.
A pesar de todo la película tiene virtudes y, fallos aparte, como thriller es funcional y recomendable si uno está dispuesto a ser flexible. A mí me gustaría intentarlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El error es el siguiente:
Llegados al último tramo, toda la película depende de que Clayton se dé cuenta de que está siendo vigilado por U North, que tiene intención de asesinarle. Éstos le intentan instalar una bomba en el coche, pero milagrosamente Clayton recibe una llamada telefónica que le hace regresar al vehículo, interrumpiendo a los malhechores en plena operación de sabotaje. Éstos se ven obligados a no poder instalar la bomba correctamente y abandonan el vehículo.
Michael se sube en su coche y ve que el GPS empieza a fallar, inconsciente todavía de los motivos. Se reúne con un cliente y aquí empieza la verdadera tontería: Michael empieza a vagabundear sin rumbo, todavía dolido por la muerte de su amigo Arthur y por el sentimiento de culpa de no haber continuado con su proyecto de denunciar a los malos. Los malos vuelven a detectar su señal de GPS, que al parecer está fallando por culpa de la instalación precipitada. En un montaje muy rápido se suceden una serie de escenas que pretenden ser una especie de persecución en la que el perseguido ni si quiera sabe que lo está siendo, con los malos sufriendo por no poder localizar a su víctima.
Michael se baja del coche sin motivo aparente, probablemente para tomarse un respiro, en una escena que ya se había visto al comienzo de la película. La bomba mal instalada explota. Michael lo flipa. Michael, por arte de magia, ata cabos y es inmediatamente consciente de todo el plan de los malos. Michael tira un par de mierdas que lleva encima a los restos del coche con la intención de fingir su propia muerte y engañar a los malos. Los malos ven la explosión de lejos y asumen, por qué no, que a pesar de los problemas a la hora de intentar rastrearle y de preparar el asesinato que sí, que fijo que el Michael ha palmao, que para qué molestarse en comprobarlo a pesar de ser asesinos profesionales contratados por una multinacional multimillonaria.
A pesar de la evidente ausencia de cadáver, la película decide creerse que sí, que es posible que Michael esté realmente y así lo reflejan todos los personajes, que se quedan consternados ante la noticia. Entonces Michael reaparece, le da en el morro a los malos y la peli termina con un happy ending.
Esta carambola ridícula es el precio que al parecer tenía que pagar el guión para conseguir un cierre satisfactorio a todo el asunto y es el motivo del título de esta crítica. Cuando todo lo demás en la peli te queda bien pero el guionista te la mete doblada. Saludos.
Llegados al último tramo, toda la película depende de que Clayton se dé cuenta de que está siendo vigilado por U North, que tiene intención de asesinarle. Éstos le intentan instalar una bomba en el coche, pero milagrosamente Clayton recibe una llamada telefónica que le hace regresar al vehículo, interrumpiendo a los malhechores en plena operación de sabotaje. Éstos se ven obligados a no poder instalar la bomba correctamente y abandonan el vehículo.
Michael se sube en su coche y ve que el GPS empieza a fallar, inconsciente todavía de los motivos. Se reúne con un cliente y aquí empieza la verdadera tontería: Michael empieza a vagabundear sin rumbo, todavía dolido por la muerte de su amigo Arthur y por el sentimiento de culpa de no haber continuado con su proyecto de denunciar a los malos. Los malos vuelven a detectar su señal de GPS, que al parecer está fallando por culpa de la instalación precipitada. En un montaje muy rápido se suceden una serie de escenas que pretenden ser una especie de persecución en la que el perseguido ni si quiera sabe que lo está siendo, con los malos sufriendo por no poder localizar a su víctima.
Michael se baja del coche sin motivo aparente, probablemente para tomarse un respiro, en una escena que ya se había visto al comienzo de la película. La bomba mal instalada explota. Michael lo flipa. Michael, por arte de magia, ata cabos y es inmediatamente consciente de todo el plan de los malos. Michael tira un par de mierdas que lleva encima a los restos del coche con la intención de fingir su propia muerte y engañar a los malos. Los malos ven la explosión de lejos y asumen, por qué no, que a pesar de los problemas a la hora de intentar rastrearle y de preparar el asesinato que sí, que fijo que el Michael ha palmao, que para qué molestarse en comprobarlo a pesar de ser asesinos profesionales contratados por una multinacional multimillonaria.
A pesar de la evidente ausencia de cadáver, la película decide creerse que sí, que es posible que Michael esté realmente y así lo reflejan todos los personajes, que se quedan consternados ante la noticia. Entonces Michael reaparece, le da en el morro a los malos y la peli termina con un happy ending.
Esta carambola ridícula es el precio que al parecer tenía que pagar el guión para conseguir un cierre satisfactorio a todo el asunto y es el motivo del título de esta crítica. Cuando todo lo demás en la peli te queda bien pero el guionista te la mete doblada. Saludos.