Voy a ir al grano. Para pasar el rato es entretenida, tiene acción y gancho. Como serie de TV es eficaz, contiene los elementos para darle continuidad, sobre todo maneja bien la intriga. A parte de eso, es puro artificio: es absolutamente inverosímil (empezando por el protagonista), muchas veces previsible, sobrecargada (de hilos argumentales y de efectismo) y a veces lenta: sí, a pesar de la acción hay tramos que son aburridos, incluso insufribles. A veces me siento que me tratan como a un tonto, ya que la serie no hace más que repetir y repetir hasta la saciedad nombres, situaciones y conceptos, para que nos quede claro. Necesito más frescura, más rapidez, más inteligencia (la de Michael deja al espectador en un escalón inferior -punto de ventaja para los guionistas-... pero para quien se deja llevar). En definitiva, es entretenida y eficaz, pero algo floja, explota demasiado sus recursos. Un detalle importante y que me parece inaguantable: la música de acción de fondo. Constantemente las escenas son acompañdas de música que muchas veces no tiene sentido, es como un zumbido en mi cabeza (otra vez, más efectismo innecesario). Echo de menos alguna escena impactante, más realista, o la utilización de planos menos convencionales (los guionistas y cámaras son sota, caballo y rey -como en la mayoría de las series, supongo-). Carece de elementos que conviertan a la serie en un producto algo más que mediocre. Y, por último (todo hay que decirlo), las interpretaciones son sosísimas, no hay ningún personaje -actor- que me haya cautivado, son más simples que una bellota. Otras series marcan pequeñas diferencias que las hacen "tener algo especial". Por ejemplo: Gandolfini en Los Soprano (interpretación destilada, carismática, guiones sensibles tejidos con hilo fino...), el magnetismo y enigma de Perdidos, la potencia de la puesta en escena y las interpretaciones (magnífico Cranston) en Breaking Bad, etc.