Media votos
6.1
Votos
1,859
Críticas
1,497
Listas
6
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Juan Rúas:
5
4.3
6,349
Fantástico. Aventuras
El Maestro Gregory es un caballero que siglos atrás capturó a la maléfica y poderosa bruja Madre Malkin. Pero la bruja consiguió escapar y prepara su venganza. Tras convocar a todos sus seguidores, Malkin decide actuar. Mientras, el Maestro Gregory se propone enseñar en un tiempo récord a su joven aprendiz Tom Ward a luchar contra la magia negra. (FILMAFFINITY)
12 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La séptima, esa que llega mucho después, cuando el género ya ha generado obras maestras y las no tanto, pero que lo rozan. Cuando el bodrio también ha sido parido, y odiado. En ese despilfarro reproductivo, marca épico, nace El séptimo hijo.
Es el típico hijo descuidado, mal atendido y mal educado. Es el hijo poco querido de una familia muy numerosa. Su historia es haragana; su universo es una maqueta a escala de dos dimensiones: no posee fondo, ni curvaturas, ni matices. Está ahí porque no se puede construir una historia épica en el vacío. Sus personajes lo intuyen, y dan poco de sí. El tono/espíritu de la peli es decididamente tosco, brusco y acelerado.
Como que todo allí dentro está enterado de que la cosa no rueda con naturalidad, y cada elemento aporta su granito de arena para sellar el final lo más rápido posible y pasar a otra cosa.
No es un hijo que haya tenido verdadera voluntad, íntima, consistente, de nacer.
Es el típico hijo descuidado, mal atendido y mal educado. Es el hijo poco querido de una familia muy numerosa. Su historia es haragana; su universo es una maqueta a escala de dos dimensiones: no posee fondo, ni curvaturas, ni matices. Está ahí porque no se puede construir una historia épica en el vacío. Sus personajes lo intuyen, y dan poco de sí. El tono/espíritu de la peli es decididamente tosco, brusco y acelerado.
Como que todo allí dentro está enterado de que la cosa no rueda con naturalidad, y cada elemento aporta su granito de arena para sellar el final lo más rápido posible y pasar a otra cosa.
No es un hijo que haya tenido verdadera voluntad, íntima, consistente, de nacer.