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Voto de Juan Rúas:
5
6.1
28,164
30 de diciembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como dicen por ahí en alguna crítica: si te pasas a las mayores, te pierdes. No es que esa máquina de hacer espectáculos no haya dado lo mejor de sí generando propuestas convencionales; el problema radica en que no todo puede ser normalizado o convencionalizado. Pongamos como ejemplo a Luces rojas: sin poner patas para arriba al género (thriller, que duda hay), se elabora una propuesta digna filmándola como quien filma dejando la cámara en piloto automático.
No hay sorpresa que valga: la vuelta de tuerca final estaba cantada porque los indicios argumentales se huelen a kilómetros. Si eres asiduo del thriller los ves, ahí están, y sobre el final construyen el sentido. Uno puede no esperar un final específico, pero intuyes que algo raro rearmará las cosas en un orden nuevo. Lo curioso es que Luces rojas presenta una forma de falsa standarización: el envase está gastado, pero el fondo induce a sospechas. Me arriesgo a pensar que Cortés buscó adaptarse, o lo adaptaron como sea. Difícil que cuestiones relativas a las creencias, como las que pueblan el relato, sean diluidas tal como se diluyen con el devenir de la trama. Suena a reacomodamiento, a forzado encasillamiento. Y Luces rojas pierde, pero no pierde solo por su final plagiado del panfleto existencialista del superhéroe ocasional (spoiler); pierde porque huele a cine rancio. Es una cinta sin chispa, cultura aceptada del pastiche de óscares, grammys y galardones. Ojalá que tenga éxito: es la única manera que tiene un director para rehusarle a la academia más favores. Si es que Cortés realmente alberga inquietudes personales.
No hay sorpresa que valga: la vuelta de tuerca final estaba cantada porque los indicios argumentales se huelen a kilómetros. Si eres asiduo del thriller los ves, ahí están, y sobre el final construyen el sentido. Uno puede no esperar un final específico, pero intuyes que algo raro rearmará las cosas en un orden nuevo. Lo curioso es que Luces rojas presenta una forma de falsa standarización: el envase está gastado, pero el fondo induce a sospechas. Me arriesgo a pensar que Cortés buscó adaptarse, o lo adaptaron como sea. Difícil que cuestiones relativas a las creencias, como las que pueblan el relato, sean diluidas tal como se diluyen con el devenir de la trama. Suena a reacomodamiento, a forzado encasillamiento. Y Luces rojas pierde, pero no pierde solo por su final plagiado del panfleto existencialista del superhéroe ocasional (spoiler); pierde porque huele a cine rancio. Es una cinta sin chispa, cultura aceptada del pastiche de óscares, grammys y galardones. Ojalá que tenga éxito: es la única manera que tiene un director para rehusarle a la academia más favores. Si es que Cortés realmente alberga inquietudes personales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final "sorpresa" se ubica en la vacilación propia del superhéroe norteamericano que no acepta ser un diferente. Muy cerca de "El protegido", de Night Shyamalán, esa trama de intrigas y pesimismo deriva en la aceptación nueva de la negación previa. O para ser más claros: "acepta tus poderes", "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Piensen una frase de ese tipo y lean un cómic. Luces rojas termina ahí, solo que luego de presentar un caso que pedía a gritos terminar en otro lugar.