A no delirar, porque si bien el ambiente y la atmósfera en Desde el infierno pueden resultar similares a ese juego de rol basado en la obra de Lovecraft, la peli de los hermanos Hughes prefiere comprimir su jugo dentro de una perspectiva oscura, enferma y de raíces notoriamente policiales.

Al igual que en La novena puerta, al igual que en El jinete sin cabeza parecería que Deep opta por armar personajes que resultan algo así como caricaturas de si mismos. Se distancia de los hechos narrados, más precisamente del guión expuesto y esa distancia actúa en el espectador de manera ambigua: u observas los hechos con la lejanía del protagonista o sientes chirriar las estanterías de la verosimilitud porque la peli denota sobriedad mientras que su actor de turno camina sobre ella. Los tonos son nefastos, psicodélicos y veladamente expresionistas: existe un grán merito en esta peli, su puesta en "escena histórica" no solo por sus pasillos sino por sus "faunas" autóctonas, su división de clases y sobre todo por esos escasos diálogos que dicen mucho sobre lo que rodea a la historia.

Jack el destripador, sujeto curioso, locura mística y mucho, mucho ajenjo para elevarte a esos mundos infernales tan...profundamente reales.