Obviando la ironía, solo a ambos directores se les puede caer una idea así y concretarla. No se puede agregar mucho más a lo ya explicado y desarrollado en la primera crítica. Sí puedo complementarla con algunos detalles extras:

1. Es un documental ficcionado, o exactamente al revés. Queda claro que utilizar una cámara en mano tiene como único objetivo hacer más vivencial el visionado. Y queda claro que la cinta se queda en un liso y llano erotismo: la ausencia de planos detalle (pero con escenas de sexo explícito) la ubican dentro del género más light que pueda concebirse...

2. Por otra parte, presenta dos focos contrapuestos: es honesta desde lo que muestra, su puesta en escena es cruda (salvando los cuerpos "fitness") y hay economía de diálogos. No obstante queda la duda última: luego del nudo ficcional (hijo se masturba en clase) la trama se disuelve en escenas salpicadas y pierde, sino coherencia, integridad conceptual.

3. En tanto Crónicas, falta el hilo, la consistencia argumental que no dependa pura y exclusivamente del goce del voyeur de turno. Ni hablar de sus pretensiones de universalizar inquietudes, francesas o no. Parece más bien la fotografía instantánea de un instante dado. Ahí vive y muere.