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Voto de Palomitasconchoco:
7
Drama Santiago de Chile, 1973. Gonzalo Infante y Pedro Machuca, dos niños de once años, viven en dos mundos diametralmente opuestos: el primero en un barrio residencial, y el segundo en un poblado ilegal a pocas manzanas de distancia. El director de un colegio religioso privado, el padre McEnroe, es un idealista que, con el apoyo de algunos padres, intenta integrar en el elitista colegio a chicos procedentes del poblado. Es así como Pedro ... [+]
2 de septiembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chile, 1973, ambiente revolucionario y de cambios con la llegada de Salvador Allende al poder que intenta mitigar las distancias de la brecha social del país, pero la brecha ideológica es sin embargo más profunda que nunca. Andrés Wood trató de tomar las riendas de un tema que había sido prácticamente tabú en la filmografía chilena. Lo hace a través de los ojos de dos niños, uno de familia adinerada, Gonzalo Infante, y otro que viene de las zonas pobres del país de la mano de las nuevas políticas educativas que permiten la integración. La extraña pero entrañable amistad que surge entre los dos niños es desde luego un canto a la igualdad, políticamente marcada para el director, que sin embargo también sabe plasmar las dificultades que tiene esa relación que no es fácil y tiene sus altibajos porque las diferencias sociales y de condiciones de vida generales de ambos son realmente insalvables y pese a los esfuerzos y buena voluntad de ambos por llevarse bien, también tienen sus rifirrafes.
La manera de narrar y contar esta historia de amistad con un difícil entorno social, está muy bien llevada en todo momento. El realismo que emana de la cinta es palpitante y hay emoción especialmente en algunas escenas que hablan por si mismas y que resultan realmente conmovedoras y muy didácticas a la hora de explicar las contradicciones de esa época. (la escena del beso con leche condensada, o las de la venta de banderines en las manifestaciones resultan realmente inteligentes y sorprendentes) y esa es la mayor virtud de la película, la capacidad narrativa de Andrés Wood para explicar con intensidad y precisión una época histórica a través de los ojos de los dos pequeños.
El final, explosivo tras los cambios sociales con la dictadura de Augusto Pinochet también resulta muy sugerente, dramático y pone de relieve la distancia insalvable entre los dos protagonistas, realmente un conmovedor punto y final para la cinta que deja un gran sabor de boca.
La escenografía, el vestuario, las localizaciones y la ambientación resultan también muy acertadas para la narración todo con la finalidad de intensificar la sensación de realismo.
A la película quizá le falte dar alguna vuelta de tuerca más a la intensidad dramática, que sólo aparece hacia el final, aunque en el resto del filme esa división profunda, esa inquietud está latente y la sensación de que tarde o temprano estallará es constante.
Palomitasconchoco
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