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Voto de Palomitasconchoco:
5
Drama María, (Catalina Saavedra) cuida de su hija Teresa (12) a pocos kilómetros de la frontera entre Chile y Argentina. Hace diez años que no vuelve a trabajar como temporera de la fruta. Esta temporada ha decidido regresar para juntar el dinero y poder viajar a la capital, pero antes deberá resolver su inconcluso pasado. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 2015
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La mujer de barro es un buen intento de cine independiente rodado casi como un documental. Después de 10 años una mujer vuelve a trabajar como temporera en las labores agrícolas requeridas en cada momento y, de paso, tendrá que enfrentarse a su pasado volver a revivir momentos muy desagradables por la necesidad de obtener algo de dinero.

La mujer de barro, dirigida por Sergio Castro San Martín, trata de reivindicarse como una denuncia social de la situación de las temporeras que trabajan en los campos chilenos. Jornadas inabarcables de trabajo por muy poco dinero, peonadas que no se reflejan en ningún contrato, condiciones infrahumanas de los barracones en los que son alojadas y en último caso, hasta violaciones y violencia machista son algunas de las pinceladas que dibuja una cinta con clara vocación de crear conciencia sobre una situación injusta.

La denuncia de La mujer de barro, sin embargo, busca más la dureza que agradar al público, que tendrá que trabajar por su cuenta para interiorizar el mensaje. El guión que se desarrolla de una forma casi documental no da pistas acerca de lo que está ocurriendo, no se pone al espectador en la situación y eso, hará que los giros en la trama principal simplemente exploten, sin más. Cada uno tendrá que buscar las razones, o en su defecto, Spoilers en Internet para comprender el sentido de una película árida, pasiva y además lenta en su desarrollo (incluso para aquellos que ya estamos acostumbrados al cine latinoamericano).

Lo mejor de la película es, además de sacar a la luz un tema como la explotación laboral en este sector económico, es la interpretación de una Catalina Saavedra ajada por la tristeza, con el rostro tiznado de pobreza y desesperación en cada uno de los planos. Magnífica interpretación en esta difícil película que, de no haber tenido a una intérprete solvente, hubiera naufragado irremediablemente.

Tiene también una fotografía con una clara intención narrativa que aporta emoción al filme. Fotogramas quemados por el sol mientras se agostan las chumberas o las tonalidades verdes en los refugios de las temporeras para matizar el ambiente de podredumbre, son algunas de los trabajos que la dirección fotográfica sabe poner en su justa medida para dar la estructura de imagen que requiere el filme.

Durante su presentación en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, una de las productoras de la película, Gabriela Sandoval, quiso poner en valor el trabajo de investigación previo que se llevó a cabo para sacar a la luz este problema que se da entre las jornaleras chilenas “y que es muy habitual en ciertas regiones”. Para ello, las grabaciones se realizaron en fincas reales “en las que nos aseguramos de que tuvieran legalmente contratadas a sus mujeres” por lo que los escenarios y la gran mayoría de trabajadoras que aparecen en la cinta son reales.

Este modo de actuar, de llevar la cámara al lugar idóneo, permite, sin duda amplificar el efecto documentalista y de denuncia social. Pero La mujer de barro, no será una película para todos los públicos, ni comprendida en gran medida. En su purismo narrativo, radica también su principal debilidad, es difícil acceder al fango que pretende mostrar.

http://www.viveiberoamerica.com/la-mujer-de-barro-fango-escondido/

@iberoamericavi
Palomitasconchoco
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