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Voto de WaldosAstoria:
7
Terror. Comedia. Ciencia ficción. Fantástico Frank y su aprendiz Freddy terminan su turno en un almacén de productos sanitarios. Charlando, Frank cuenta al joven que los hechos narrados en la película "La noche de los muertos vivientes" fueron reales, pero han sido ocultados por las autoridades. Para convencer al chico de que no miente, le lleva al sótano, donde le enseña un barril que contiene a uno de los zombies, y el gas que en su momento le devolvió la vida. Accidentalmente ... [+]
30 de marzo de 2020
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Opinión personal: Para mi gusto los films de George A. Romero (Exceptuando el primero al que el uso del blanco y negro da una pátina especial) son como películas de andar por casa. Estarán hechas para denunciar el racismo inherente en todo buen yanqui pero más allá de inventar el género zombi no ha tenido gran mérito cosa que lo diferencia enormemente de directores como Wes Craven y Tobe Hooper. Sé que no todos coincidirán conmigo (afortunadamente pues sino el mundo sí que sería plano) pero las películas de Romero adolecen de cierto toque artístico que esta película, también a mi entender, tiene y en abundancia.

Pero más allá de eso he decidido alzar aquí mi teclado en defensa del cine de los ochenta porque fue una época en la que no solo se hicieron grandes películas sino también comenzaron sagas memorables, como la de Indiana Jones en búsqueda del arca perdida (1981), o la primera de Terminator (1984), Regreso al Futuro (1985), Los Cazafantasmas (1984), E.T. El extraterrestre (1982) y muchas, muchas otras.

De allí que me duela ver utilizada la palabra "ochentera" como un adjetivo des-calificativo cuando no lo es, porque en aquellos tiempo también se hablaba del cine setentero o sesentero para señalar la época, y no la calidad, de una película, cosa que cambió en los noventa porque noventero no sonaba para nada bien (por eso hablamos del cine de los noventa).

Ciertamente muchos filmes considerados hoy clásicos, algunos de ellos no de mi agrado precisamente, fueron creados en los ochenta como, por ejemplo, "Dirty Dancing" , "Oficial y Caballero", "Depredador", "Bitelchús", "Los Goonies", "Gremlins", "La historia interminable", "Loca Academia de Policía", "El resplandor", "El club de los cinco", "Top Gun", "Pesadilla en Elm Street", "Conan", "Dentro del Laberinto", "Batman", "El nombre de la rosa", "¿Quién engañó a Roger Rabbit?", "Poltergeist", "Jungla de cristal" (Duro de Matar en otros sitios), "Willow", "Acorralado", "El club de los poetas muertos", "Arma Letal", "Robocop", "Cocoon", Platoon", "Full metal jacket", "Aterriza como puedas", "Atracción Fatal", "El color púrpura", "El imperio del sol", "Nueve semanas y media", "Cinema Paradiso", "Excalibur", "La cosa de otro mundo", "Memorias de África", "Amadeus", "Único testigo", "El jinete pálido", "Tootsie", "Nacido el 4 de julio", "Cristal oscuro", "The abyss", Granujas a todo ritmo", "Gandhi", "Amanece que no es poco", "El cartero llama dos veces", "Esperando la Carroza", "El hombre elefante"... son películas rodadas en los años ochenta ¿Qué no existió una corriente de buen cine en aquellos años? Decir eso es como decir que Katmandú es la capital de Dinamarca.

Y dentro de esa corriente de películas, de ese mogollón de sátiras, cine original y revisiones (remakes) llenos de ideas es donde se concibe esta película cuya composición y tesitura la hace muy acorde con el pensamiento que reinaba en los años ochenta, pensamiento que recién entonces comenzaba a ser orientado hacia el neoliberalismo por los grandes formadores de opinión del imperio yanqui con Ronald Reagan a la derecha y su secuaz Margaret Tatcher aún más a la derecha.

Tiempos de temor al holocausto nuclear, temor que desapareció (jamás supe porqué porque sigue habiendo más megatones de los necesarios como para acabar con la vida en la tierra) con la caída del muro de Berlín y con los inalienables derechos de los trabajadores que al fin fueron alienados por la clase dirigente que la hay y no se sienta ni en Moncloa ni en la Casa Blanca.

Pero me voy de mambo porque, en verdad, mi único propósito era remarcar la buena calidad y la excelencia del cine de los ochenta, señalando que es tan bueno como el cine de otras décadas pues cada uno es, a su manera, un intento humano de exponer gustos, temores y pesares de la sociedad dentro de la cual se generaba.

Un saludo y buena suerte.
WaldosAstoria
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