Una película dura, sin duda. Algunas personas salieron de la proyección antes de que terminara (todas, de avanzada edad; supongo que los más "jóvenes" andamos más desensibilizados gracias a las nuevas tecnologías).
La vi en la filmoteca, dentro de un programa que comprendía, a la vez, cine fórum, creado por dos ONG's: MZC (Mujeres en Zona de Conflicto) y Amnistía Internacional.
¿Y de la película en sí, que destacaría? Yo me quedo con el retrato tan certero y crudo de una juventud completamente perdida, la rusa, bajo las ruinas de lo que un día fue aquél estúpido imperio soviético de mi infancia. Nada queda, salvo desolación... al menos en la época en que se rodó el film, a principios de milenio. Imagino que ahora anda más renacida y embrutecida gracias al nuevo nacionalismo ruso que propugna Putin y demás adláteres. Pero a lo que iba: ese retato veraz de toda una generación sin más referencias que el consumismo occidental, tan lejano, sin ningún referente, hundida en la miseria, es para mí lo más brillante. Luego, la historia principal, la caída a los infiernos de Lilya, transita, quizá, por lo esperado, pero no por ello deja de ser estremecedor... magnífica la protagonista y el actor que da vida a su pequeño amigo.
Lo que sí me sobraron fueron las alas de algodón (¿alguien recuerda a Vainica doble? :P) El elemento onírico se da de bruces ante tanta realidad fría y desnuda, no creo que acabe de casar bien.
En fin, película dura, necesaria, bien rodada, que te deja pegado a la butaca pese a saber, en cada instante, lo que va a ocurrir a continuación. También me gustó "Fucking Amal", que vi hace años del mismo director. Un 7.