Interesante, aunque atropellado thriller tecnológico que, como las serpientes de cascabel, agita su cola mostrando el gancho de actores jóvenes, acción y todo cuanto hay de social en la era digital para atraer al espectador juvenil. La película tiene ritmo, pero abusa tanto de la acción (en forma de caos visual) que acaba convirtiéndose en una historia desdibujada, donde el espectador está esperando que acabe la película de una vez por todas para acabar con todo ese festival de imágenes que propone. A pesar de su locura narrativa y de un guion bastante plano, la película funciona bastante bien a modo de película de acción sin pretensiones, con buenos actores y alguna que otra escena conseguida. Es como un capítulo hipervitaminado de “Black Mirror” aunque sin la menor pretensión intelectual. ¿Entretenido? Mucho. ¿Vacío? Totalmente vacío