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Voto de Pedroanclamar:
3
Drama Después de haber intentado suicidarse, Cahit, un turco-alemán de cuarenta años, alcohólico y toxicómano, ha sido ingresado en la planta de psiquiatría, pero no consigue acostumbrarse a dormir sin drogas ni alcohol. A Sibel, una guapa chica turca de 20 años que ha nacido en Hamburgo, le gusta demasiado la vida para ser una buena musulmana. También ella intentó suicidarse para huir de la cárcel de rejas humanas que su familia, muy ... [+]
9 de mayo de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dónde está la consistencia, me pregunto. Si Akin quiso proponer un dinamismo formalista, donde la dirección, las escenas y la línea argumental estén tan disparatadas como los perfiles psicológicos de los protagonistas y éstos queden moldeados según la forma de dirección, no lo logró. Pues le faltó cohesión y unidad.
Los personajes, en tanto desvariados, pierden verosimilitud y devienen inconsistentes y débiles como ellos mismos. Cuando, verbigracia, acaban de contraer matrimonio y Sibel pasa la noche junto a un cantinero, al día siguiente se ve radiante y la cámara la muestra lentamente con colores claros e iridiscentes, como si hubiese logrado la ataraxia. Y ya momentos más adelante comienza su escena de lamentaciones y tribulaciones. Su deseo de "hacer de todo" la empujan más aún al abismo. A veces está bella y feliz y en otras demacrada y suicida. La fluctuación dramática, de esa forma, iterativa, exaspera en dos o tres repeticiones.
Un elemento que podría haberse aprovechado como recurso sustancioso para proponer "algo" siquiera de conflicto ideológico, es Cahit. Era un anarquista, y lo siguió siendo mientras vivió con Sibel (pues ahí está la falta de conflicto, el ser los dos atormentados. No hay un antagonismo). No cambió hasta que salió de la cárcel, gracias al amor (poco romántico y revolucionario, por cierto), puramente institucional y llegado a ser a fuerza de la costumbre. El final, tan poco novedoso, como el de ser despechado/a en la estación de buses/trenes/aeropuerto, no concluye el conflicto, si es que lo hubo.
La intermisión de la orquesta turca en medio de escenas, muchas veces turbias, le quitó fuerza a la tensión dramática, además de ser absolutamente prescindible.
Se rescata la interpretación.
Pedroanclamar
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