Gente muy pija, líos amorosos, familiares y financieros, algo de comedia, algún tinte de culebrón, actores y actrices atractivos, mucho solecito y poco más es lo que ofrece ésta serie. Típica y predecible hasta decir basta, os preguntaréis qué hago poniendole un 6. Lo cierto es que engancha en cuanto ves un par de capítulos seguidos, enseguida los personajes y los ambientes empiezan a hacerse familiares, empiezas a engancharte a alguna trama, a reír con algunas situaciones o sencillamente a sentir adoración hacia el friki catódico más popular: Seth Cohen. No lo sé muy bien, pero aunque apesta a veces, esta serie tiene algo...