Cuando salí del cine me quedé con la sensación muy clara de no haber visto una gran película y mucho menos una obra de arte, aun así, le doy un merecido 7 por la originalidad.

Lo que me pregunto ahora es si con el tiempo aceptaré las reglas del juego planteadas por el Sr. Christopher Nolan y vuelvo a ver otra película de arquitectura parecida con la intención de valorarla mejor, porque, sinceramente no me he quedado con ninguna gana de volver a ver la presente.

Cuanda salga en el Video-Club volveremos a encontrarnos y tal vez me reconcilie con la supuesta obra maestra...

Creo que este melón cinematográfico se acaba de abrir y todavía nos quedarán por ver desarrollos más interesantes. Un saludo.