“A better tomorrow II” expande todo lo visto en la primera, más y mejor acción, más y peores dialogos de hermandad, más melodrama, más tensiones, etc.

Nos encontramos con las mismas virtudes y defectos de la primera.

Las virtudes son la extraordinaria planificación habitual de John Woo, un director que siempre crea unas imagenes poderosas y que tiene una gran destreza a la hora de planificar escenas de acción. La banda sonora vuelve a ser fantástica, reciclando y versionando temas de la primera y añadiendo temas instrumentales más clásicos, por esto de realzar la grandiosidad de lo visto anteriormente, cosa que suele ocurrir en las segundas partes de películas exitosas.

Los actores principales cumplen todos en general, y los secundarios son excelentes como en casi cualquier película hongkonesa (en especial Shing Fui-On, un secundario que suele hacer de matón en casi cualquier película que veas de este país).
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Para acabar con los actores decir que Leslie Cheung está aún mejor que en la primera, con mucho más empaque en su interpretación y que Chow Yun-Fat no me ha gustado, me cansan sus poses, sus sonrisas... En esa época casi siempre interpretaba al personaje 'molón' de la película, y de eso nunca ha tenido nada, no tiene ni el carisma, ni el atractivo, ni la gracia o el encanto necesarios para interpretar a esos personajes. Tenemos que creer que el tipo es un fiera porque así lo pintan, porque va con una cerilla entre los dientes, se tira un bol de arroz a la cara porque está muy loco, se enciende los cigarros con billetes ardiendo, sopla a la pistola después de disparar o porque se traga el gas de un mechero para pasar el rato.
Una pena que decidiesen resucitarle para la segunda entrega sacándose de la chistera que Mark tenía un hermano gemelo que no salió en la primera porque vivía en Nueva York.

En general la película tiene muchos fallos, especialmente toda la parte de Lung en Nueva York que es bochornosa, pero tampoco se puede negar que estamos ante una película muy entretenida, atractiva, emocionante y con momentos grandiosos.