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Voto de joseilo:
9
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7.1
71,320
Ciencia ficción. Intriga. Thriller
Año 2027: el ser humano está al borde de la extinción: los hombres han perdido la capacidad de procrear y se ignora por qué razon todas las mujeres del planeta se han vuelto estériles. Al mismo tiempo, el mundo se estremece cuando muere un muchacho de 18 años, la persona más joven de la Tierra. Se vive, pues, una situación de caos galopante. En tales circunstancias, Theo (Clive Owen), un desilusionado ex-activista radical de Londres ... [+]
3 de noviembre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se hace muy poca ciencia-ficción buena en el cine. Muy poquita. Argumentos trillados, dilemas de los que apenas se araña la superficie, obviedades “futuristas” o simplemente el querer ambientar en el futuro, por puro marketing, una historia que puede transcurrir perfectamente en el presente son algunas de las lacras del género.
Por eso, entre tanta mediocridad, destacan los títulos buenos de verdad. “Hijos de los Hombres”, de Alfonso Cuarón será, al menos así lo creo, un clásico dentro de 10, 15 o 20 años. Porque a los elementos del buen cine (una buena historia, un guión sólido, buenas interpretaciones y una gran dirección) se une la reflexión que nos plantea.
Es el año 2027, estamos en Inglaterra y la raza humana se extingue. Por algún motivo desconocido, las mujeres no pueden tener hijos. La sociedad se ha sumido en el caos: la desesperanza ha hecho mella en las personas y la vida se ha convertido en un sálvese quien pueda, con un gobierno pseudofascista que trata a los inmigrantes como animales, grupos terroristas atentando por doquier y todo el mundo esforzándose en sobrevivir.
En ese contexto descubrimos a Theo, un ex activista político que se ve envuelto en la misión de conducir a la última mujer embarazada al secretista y supuestamente filantrópico “Proyecto Humano”, para que pueda tener a su hijo al margen de la anarquía y para el estudio de las causas de la infertilidad.
La trama es, pues, bien simple. Pero lo que verdaderamente hace grande a esta película, al margen de los aspectos técnicos de los que luego hablaremos, es su gran carga ideológica y la forma extremadamente cruda y realista de presentarnos un futuro no tan lejano. “Hijos de los Hombres” nos muestra una sociedad como la nuestra pero multiplicando sus defectos hasta el infinito: pérdida total de libertad y privacidad en aras de una supuesta “seguridad”, incitación al odio a lo ajeno, ciudadanos sumidos en el miedo y la desinformación, guerras por todo el mundo, brutal desigualdad entre ricos y pobres… La forma en que el Estado trata a los inmigrantes, los refugiados, es desagradablemente cruel y lo que es peor, creíble. Éso es lo descorazonador del futuro que nos presenta Alfonso Cuarón en su cinta; que es aterradoramente creíble.
(sigo en el secreto, sin spoilers)
Por eso, entre tanta mediocridad, destacan los títulos buenos de verdad. “Hijos de los Hombres”, de Alfonso Cuarón será, al menos así lo creo, un clásico dentro de 10, 15 o 20 años. Porque a los elementos del buen cine (una buena historia, un guión sólido, buenas interpretaciones y una gran dirección) se une la reflexión que nos plantea.
Es el año 2027, estamos en Inglaterra y la raza humana se extingue. Por algún motivo desconocido, las mujeres no pueden tener hijos. La sociedad se ha sumido en el caos: la desesperanza ha hecho mella en las personas y la vida se ha convertido en un sálvese quien pueda, con un gobierno pseudofascista que trata a los inmigrantes como animales, grupos terroristas atentando por doquier y todo el mundo esforzándose en sobrevivir.
En ese contexto descubrimos a Theo, un ex activista político que se ve envuelto en la misión de conducir a la última mujer embarazada al secretista y supuestamente filantrópico “Proyecto Humano”, para que pueda tener a su hijo al margen de la anarquía y para el estudio de las causas de la infertilidad.
La trama es, pues, bien simple. Pero lo que verdaderamente hace grande a esta película, al margen de los aspectos técnicos de los que luego hablaremos, es su gran carga ideológica y la forma extremadamente cruda y realista de presentarnos un futuro no tan lejano. “Hijos de los Hombres” nos muestra una sociedad como la nuestra pero multiplicando sus defectos hasta el infinito: pérdida total de libertad y privacidad en aras de una supuesta “seguridad”, incitación al odio a lo ajeno, ciudadanos sumidos en el miedo y la desinformación, guerras por todo el mundo, brutal desigualdad entre ricos y pobres… La forma en que el Estado trata a los inmigrantes, los refugiados, es desagradablemente cruel y lo que es peor, creíble. Éso es lo descorazonador del futuro que nos presenta Alfonso Cuarón en su cinta; que es aterradoramente creíble.
(sigo en el secreto, sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En el plano técnico, la película no puede ser más brillante. La fotografía es simplemente magistral, con una recreación excelente del Londres de 2027: vemos los avances tecnológicos, sí, pero se palpa la decadencia. Además, toda la película tiene un tono gris que no puede ser más adecuado. Y cómo olvidar los espectaculares planos-secuencia de varios minutos (destacando el del campo de refugiados, literalmente increíble), que son un prodigio de técnica y planificación y que nos mantienen en tensión constante. Una tensión que Cuarón sabe dosificar, por lo que coloca estos planos-secuencia entre otras escenas de reflexión y conversación.
Los actores están magníficos, todos, pero cabe destacar la interpretación genial (y pasada de rosca, sí, pero, ¡qué más da!) de Michael Caine, un viejo caricaturista político amigo de Theo y sobre todo la actuación tremenda y contenida de Clive Owen (atención a la escena en la que escucha como el personaje de Michael Caine habla de su hijo).
Qué más decir. Pues que está basada en una novela de P.D. James, escritora británica, y que es de obligado visionado (aunque el doblaje sea magnífico, acorde con la película, en V.O. a ser posible) para cualquier persona, interesada o no en la ci-fi. No sólo porque es una de las mejores cintas, si no la mejor, de 2006, sino porque es, así de exagerado y contundente me pongo, una película que se merece un puesto de honor entre las mejores del género de siempre.
Los actores están magníficos, todos, pero cabe destacar la interpretación genial (y pasada de rosca, sí, pero, ¡qué más da!) de Michael Caine, un viejo caricaturista político amigo de Theo y sobre todo la actuación tremenda y contenida de Clive Owen (atención a la escena en la que escucha como el personaje de Michael Caine habla de su hijo).
Qué más decir. Pues que está basada en una novela de P.D. James, escritora británica, y que es de obligado visionado (aunque el doblaje sea magnífico, acorde con la película, en V.O. a ser posible) para cualquier persona, interesada o no en la ci-fi. No sólo porque es una de las mejores cintas, si no la mejor, de 2006, sino porque es, así de exagerado y contundente me pongo, una película que se merece un puesto de honor entre las mejores del género de siempre.