Boku no Pico es de esas piezas que no te las esperas, y cuando te la encuentras sin buscarlas te quedas sorprendido. Aquí tenemos algo casi de culto, que con los años cogerá poso de obras memorables, en la retina de ayer y en la del futuro. Katsuyoshi Yatabe ya había demostrado su manejo y visión adelantada a su tiempo con Hula Kappa o la maravillosa Kodai Ouja Kyouryuu King, aunque hay que especificar que sus creaciones son muy autoriles y realmente no son para todo el público. Es de recomendación varios visionados para encontrar las diferentes lecturas que flotan y empapan la historia.

Quizás hoy en dia se mire con recelo todo lo que ofrece, explica, se interpreta o estimula Boku no Pico, pero es pura delicia visual, virgueria narrativa, con una animación que raya lo pornográfico y unos personajes entrañables y que conectan a la perfección entre ellos, más allá de una historia por si muy simple( aunque presenta el romance en su expresión más eleveda) pero en la cual desprende potencia por su gran eficacia e impacto. Boku no Pico es una oda al amor, una apología a la pasión más febril, un requiém para corazones frios en tierras baldías, donde contactar con su mundo te transporta emociones y sensaciones díficiles de transmitir con meros vocablos sin arribar a cotas metafísicas. Si mi alma pudiera comunicarse, las palabras sería vanas desde luego.