Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Juan Luis Navarro
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Juan Luis Navarro:
2
Voto de Juan Luis Navarro:
2
6.1
23,694
Ciencia ficción. Fantástico. Romance
El día de las elecciones al Senado, el joven y carismático político David Norris (Matt Damon) conoce a Elise Sellas (Emily Blunt), una guapa bailarina de ballet que altera completamente su vida. Cuando Norris empieza a sospechar que ciertas fuerzas sobrenaturales intentan separarlos, tratará de averiguar las causas. Debut en la dirección del guionista de "El ultimatum de Bourne". (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2011
25 de noviembre de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras termino de ver Destino Oculto, aún no se muy bien por qué, abro mi portátil para intentar desahogar la rabia de una hora y media perdida de mi vida. No se expresar muy bien lo que he visto, porque tengo la sensación de haber estado viendo una película escrita por alguno de mis sobrinos pequeños.
Digamos que es una especie de Amor sin fin a lo Matrix, un guión escrito sobre la marcha, desde la falta de pudor más absoluta.
Desde un tipo que desafía al mismo Dios por una muchacha que ha visto 2 veces en su vida y que podría ser la tía más pesada del mundo, pasando por unos ángeles ortopédicos que para desplazarse tienen que abrir determinadas puertas y cruzar pasillos prefijados como en una red de alcantarillas y que además pierden facultades con el agua (inodora, incolora, insípida e inhabilitadora de poderes divinos a partir de ahora), y acabando con un humano que si se pone el sombrero de un ángel ¡voilá! ¡consigue un bono para el “metroángel”! acompañado de toda aquella que le toque....el hombro.
Añádele un alado autónomo que va por libre (hasta en el cielo hay bandos políticos fíjate, así nos va por aquí abajo) y a todo esto súmale la estupidez del protagonista, que no se da cuenta que abandonando la carrera política partiría por la mitad los planes divinos que le impiden conseguir a su amada. ¡Ay muchacho!, como tengas huevos de divorciarte después de la que has liado vas al infierno de cabeza sin pasar por el purgatorio.
Por si fuera poco todo esto “no se vayan todavía, aún hay más”, la religioso-incoherente-bucle moraleja le da el golpe definitivo, y es que, aunque Dios ha previsto un destino para nosotros siempre podemos elegir nuestro destino, aunque sea enfrentándonos al mismo dios que ya ha previsto un destino para nosotros siempre podemos elegir nuestro destino, aunque sea enfrentándonos al mismo dios que……brbrbrbrbbrbrbrb
Es lo que tiene quedar con Matt Daemon para intentar ficharlo para tu película el día de la semana que elige para emborracharse.
Solo hay algo mayor que la falta de ridículo de este largometraje, mi asombro al ver las valoraciones positivas de críticos de cine en filmafinitty e incluso de algunos amigos que tengo en consideración. ¿Seré yo Señor, seré yo, que no tengo ni puta idea?
Y ahora me voy a poner una peli de Mario Casas para quitarme el mal sabor de boca…
Digamos que es una especie de Amor sin fin a lo Matrix, un guión escrito sobre la marcha, desde la falta de pudor más absoluta.
Desde un tipo que desafía al mismo Dios por una muchacha que ha visto 2 veces en su vida y que podría ser la tía más pesada del mundo, pasando por unos ángeles ortopédicos que para desplazarse tienen que abrir determinadas puertas y cruzar pasillos prefijados como en una red de alcantarillas y que además pierden facultades con el agua (inodora, incolora, insípida e inhabilitadora de poderes divinos a partir de ahora), y acabando con un humano que si se pone el sombrero de un ángel ¡voilá! ¡consigue un bono para el “metroángel”! acompañado de toda aquella que le toque....el hombro.
Añádele un alado autónomo que va por libre (hasta en el cielo hay bandos políticos fíjate, así nos va por aquí abajo) y a todo esto súmale la estupidez del protagonista, que no se da cuenta que abandonando la carrera política partiría por la mitad los planes divinos que le impiden conseguir a su amada. ¡Ay muchacho!, como tengas huevos de divorciarte después de la que has liado vas al infierno de cabeza sin pasar por el purgatorio.
Por si fuera poco todo esto “no se vayan todavía, aún hay más”, la religioso-incoherente-bucle moraleja le da el golpe definitivo, y es que, aunque Dios ha previsto un destino para nosotros siempre podemos elegir nuestro destino, aunque sea enfrentándonos al mismo dios que ya ha previsto un destino para nosotros siempre podemos elegir nuestro destino, aunque sea enfrentándonos al mismo dios que……brbrbrbrbbrbrbrb
Es lo que tiene quedar con Matt Daemon para intentar ficharlo para tu película el día de la semana que elige para emborracharse.
Solo hay algo mayor que la falta de ridículo de este largometraje, mi asombro al ver las valoraciones positivas de críticos de cine en filmafinitty e incluso de algunos amigos que tengo en consideración. ¿Seré yo Señor, seré yo, que no tengo ni puta idea?
Y ahora me voy a poner una peli de Mario Casas para quitarme el mal sabor de boca…