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Ciencia ficción. Aventuras. Bélico. Acción. Fantástico. Romance
Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine condenado a vivir en una silla de ruedas, sigue siendo, a pesar de ello, un auténtico guerrero. Precisamente por ello ha sido designado para ir a Pandora, donde algunas empresas están extrayendo un mineral extraño que podría resolver la crisis energética de la Tierra. Para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se ha creado el programa Avatar, gracias al cual los seres ... [+]
29 de diciembre de 2009
29 de diciembre de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No encontrarás en Avatar un prodigio de argumento, ni personalidades que llenen la pantalla por completo, es más, voto a dios o al diablo que el guión pudiera haberse escrito por mi primo que cursa primaria; sin embargo consigue que el espectador experimente pequeñas sensaciones, como suspiros, discretas y avasalladoras de igual manera.
Si eres un cinéfilo acérrimo, de esos que gustan sólo el cine excepcional y entran con el hacha de guerra en alto a ver la cinta, desde luego le encontrarás pegas por todas partes. Sí, es cierto que el guión es manido, previsible sólo con ver el trailer; que los personajes son baldíos. Y, pese a todo, Avatar sumerge.
Es la inmersión que consigue la película su mayor dote, y la principal razón para ir a verla. Esa sensación de la infancia de pertenecer a un mundo ajeno, de ver paisajes de ensueño e imaginar lo inverosímil es la mejor de las virtudes del filme de Cameron. Y es que, la tecnología de animación de la que nace permite alzar el vuelo y perderse por las coloreadas selvas de Pandora. Luego termina la peli, y la desazón de retornar a la existencia llana magnifica la experiencia reciente. Como medio de evasión es única.
Bajo el argumento precario yace la misma interesante reflexión: dejarlo todo por vivir en un mundo nuevo y fantástico. Ahonda poco, y lo hace de pasada, por lo que sólo se percata en segundo término frente al estéril conflicto de colonización. Es una de las partes con mayor riqueza, no obstante.
En definitiva, una película recomendable por la increíble animación digital de la que hace gala (y que marcará estilo en lo que sigue), una banda sonora muy bonita a cargo de James Horner, y por la inmersión auténtica que consigue. A los espectadores escépticos no les agradará lo mismo que a mí, y resaltarán más sus carencias, que las tiene.
Si eres un cinéfilo acérrimo, de esos que gustan sólo el cine excepcional y entran con el hacha de guerra en alto a ver la cinta, desde luego le encontrarás pegas por todas partes. Sí, es cierto que el guión es manido, previsible sólo con ver el trailer; que los personajes son baldíos. Y, pese a todo, Avatar sumerge.
Es la inmersión que consigue la película su mayor dote, y la principal razón para ir a verla. Esa sensación de la infancia de pertenecer a un mundo ajeno, de ver paisajes de ensueño e imaginar lo inverosímil es la mejor de las virtudes del filme de Cameron. Y es que, la tecnología de animación de la que nace permite alzar el vuelo y perderse por las coloreadas selvas de Pandora. Luego termina la peli, y la desazón de retornar a la existencia llana magnifica la experiencia reciente. Como medio de evasión es única.
Bajo el argumento precario yace la misma interesante reflexión: dejarlo todo por vivir en un mundo nuevo y fantástico. Ahonda poco, y lo hace de pasada, por lo que sólo se percata en segundo término frente al estéril conflicto de colonización. Es una de las partes con mayor riqueza, no obstante.
En definitiva, una película recomendable por la increíble animación digital de la que hace gala (y que marcará estilo en lo que sigue), una banda sonora muy bonita a cargo de James Horner, y por la inmersión auténtica que consigue. A los espectadores escépticos no les agradará lo mismo que a mí, y resaltarán más sus carencias, que las tiene.