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Voto de Harry Angel:
2
6.1
495
Drama
Relata la vida marginal de un hombre y sus dos hijos en la Taipei moderna. (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2013
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando para narrar algo que se puede contar en 10 minutos empleas 2 horas y cuarto largas, y finalmente no logras transmitirlo y en cambio provocas un insoportable aburrimiento, perdón, quiero decir insufrible pesadez sólo apta para el más sádico de los masoquistas, entonces obviamente no te puedes hacer llamar cineasta.
Y esos aires de artista-cineasta sólo apto para mentes elevadas huelen a estafa pura y dura.
Y esos aires de artista-cineasta sólo apto para mentes elevadas huelen a estafa pura y dura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De acuerdo que existe cierto lirismo en la fotografía, en la cadencia, en el reflejo de la descarrilada y triste vida de este padre y sus dos hijos, los cuales son supuestamente abandonados por la madre y tienen que enfrentarse a la vida en el Taipei actual partiendo de cero; sí de acuerdo, pero ese lirismo se esfuma con cada uno de los interminables planos fijos de los que se compone la película, y pone a prueba la paciencia, atención e interés del más abnegado público, como refleja en cada pase el abandono de las salas por espectadores que ya demuestran voluntad entrando a ver películas con esta firma y que cuentan historias que se suponen nada amables. Pues ni así.
Resumiendo, contamos con plano fijo de mujer peinándose, plano fijo de padre haciendo de hombre anuncio a pie de carretera, plano fijo comiendo, plano fijo orinando, y como colofón, ¡plano fijo de los protagonistas mirando una pared! Y todo eso supongo hinchándose de orgullo por la emoción, ¿no?; porque si el "artista" malayo pretende emocionar con este plano que dura alrededor de 15 min, al final puede que lo consiga, pero las emociones son de estupor, desesperación e inquina hacia este director que no se merece si no ponerlo de cara a esa maldita pared como mínimo lo que dura su infumable película.
Resumiendo, contamos con plano fijo de mujer peinándose, plano fijo de padre haciendo de hombre anuncio a pie de carretera, plano fijo comiendo, plano fijo orinando, y como colofón, ¡plano fijo de los protagonistas mirando una pared! Y todo eso supongo hinchándose de orgullo por la emoción, ¿no?; porque si el "artista" malayo pretende emocionar con este plano que dura alrededor de 15 min, al final puede que lo consiga, pero las emociones son de estupor, desesperación e inquina hacia este director que no se merece si no ponerlo de cara a esa maldita pared como mínimo lo que dura su infumable película.