Esta peli de Amenábar es, a mi jucio, la más floja de las que ha realizado hasta el momento. A mi me pareció pretenciosa, forzada y con aires de grandeza, como si el director estuviese pensando en los Oscars a medida que la iba filmando. Como alegato en favor de la eutanasia resulta bobo, ingenuo y superficial.

La interpretación de Javier Barde es excelente, pese a ser un actor que a mi no me convence, sin embargo debo reconocer que en este film da la talla con sobresaliente, pero poco más puedo resaltar. La película divaga en medio de interpretaciones mediocres - Belén Rueda-, moralina intrascendente, poesía barata y tópica, situaciones previsibles y diálogos bastante delirantes que rozan el ridículo.

También es remarcable su carencia total de ritmo cinematográfico, algo que vistos films excelentes como "Abre los ojos" o "Los Otros", le presuponía a Amenábar; el apartado de la Banda Sonora también tiene delito pues no entiendo el empecinamiento de Amenábar en componer el mismo la BSO de sus películas, en este caso es rimbombante y con unos aires épicos que no encajan para nada en el film.

En definitiva, como fan que era de este directo, debo reconocer que me ha defraudado con este exabrupto, de todas maneras esperaré con ansia su próximo trabajo concediéndole que hasta los mayores maestros crean obras mediocres.