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España España · Alcalá de Henares
Voto de Neostarman:
7
Serie de TV. Drama Miniserie de 7 episodios. Kentucky, años 60. En plena Guerra Fría, la joven Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) es una huérfana con una aptitud prodigiosa para el ajedrez, que lucha contra sus adicciones mientras trata de convertirse en la mejor jugadora del mundo ganando a los grandes maestros, en especial a los rusos.
24 de abril de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No veo series; no me gustan. Me pone realmente intranquilo el hecho de que la narración que comienza no termine con los títulos de crédito, sino que se alargue en interminables capítulos donde se demora el final. Deseo siempre que lo que comienza cuando me siento en mi butaca de cine de barrio termine a la hora y media o dos horas habituales, sin tener que esperar a la próxima entrega de la trama. Pero siempre hay excepciones, nadie es perfecto.

Si en mi currículum personal las series de TV que he visto se cuentan con los dedos de una mano, esto se explica por un simple motivo: el hechizo que me produjeron tales alteraciones de mi conducta cinematográfica.

A veces una serie presenta unos elementos a los que no puedo ser ajeno: una trama que se acopla
perfectamente a mi degenerada y particular psicología, o la contemplación de una de las actrices que alimentan mi mitomanía particular, nutrida por la admiración hacia esa irresistible suma que es el talento y la belleza.

Y así, cuando menos lo espero, una serie de TV se cruza en mi camino de visionador de largometrajes para seguir afirmando que la excepción es la regla.

El último tropezón de mi ortodoxia ha sido una serie de Netflix que es, tampoco me las doy de original, el mayor éxito de su historia: Gambito de Dama, ¿y por qué?, cabría preguntarse. ¿Por qué esta trama amputada en capítulos y no otra? La respuesta es sencilla, tremendamente sencilla: por un lado sufrí un absceso de ajedrez en los años ochenta y noventa que me hizo incluso coleccionar tableros de madera y piezas Stauton; caí en la trampa de la belleza estética en la configuración de las múltiples combinaciones que forman el pilar básico del ajedrez, eso dejó marca, no lo voy a negar; por otro lado, la admiración hacia la belleza espolvoreada de talento, como ya dije.

Y en Gambito de Dama aparece un ejemplo de esto último, un resumen o un epítome muy claro de ese hecho, particularidad o filia, que lo mismo me da, como que me importa un santo comino el origen de todo ello; y quien recoge la fascinación es Anya Taylor Joy, a quien ya conocía por varías películas, todas notables o a tener en cuenta, pero que en Gambito de Dama pasó a adquirir una característica que hasta ese momento no poseía para mi mente saturada de admiraciones y seguimientos: la singularidad.

En Gambito de Dama Anya Taylor Joy se muestra como una actriz de talento, ya cocinada en los fogones del cine, y que nos muestran a una actriz capaz de todo. Anya Taylor Joy es talento impregnado de una particular belleza, singular dirían algunos, que hace imposible no continuar observando su obra. Bienvenido, talento. Siempre es una alegría encontrarte.
Neostarman
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