Una película que demuestra que cuando el guión es sólido y la interpretación está a la altura, no es necesario ni una intriga enrevesada ni alardes de efectos especiales, para mantener el interés del espectador desde el principio hasta el final.
Cine español del más alto nivel que descansa enteramente en el talento de los guionistas y de los actores. Los diálogos no tienen desperdicio, tanto en lo que se dice como en lo que se calla y lo que se insinúa. Imprescindible para cualquiera que se considere amante del séptimo arte.