*Juego de detectives

Uno a uno, los miembros de la familia responden a las preguntas del detective, lo que nos permite conocerlos cuanto antes y empezar con las pesquisas. Nuestro análisis de cada personaje conforme avanza la trama nos lleva a hacernos las preguntas obvias: ¿será el asesino el más inesperado? ¿El que pasa por ahí sin hacer ruido? ¿O el que más papeletas tiene para mancharse las manos de sangre? Al contrario de lo que suele ser común en este tipo de películas, en Puñales por la Espalda se borran todas nuestras sospechas de un plumazo cuando, sin previo aviso, nos muestran al asesino y la historia del crimen.

Rian Johnson, director y guionista de la película, utiliza todos los tópicos de las historias detectivescas a lo Agatha Christie para construir una trama en la que nos sentimos seguros reconociendo las pistas y, sin embargo, juega con nosotros al despiste.

*Humor a la americana

Ana de Armas, la actriz española que dejó El Internado (serie adolescente de 2007) para irse a Hollywood, da vida a Marta, la enfermera personal del asesinado Harlan Thrombey. Rodeada de grandes nombres como Daniel Craig, Chris Evans o Jamie Curtis, destaca por su enorme interpretación a la altura de todos ellos.

Puñales por la Espalda no sería lo mismo sin un detective interesante como pieza central y Craig se encarga de que Benoit Blanc nos caiga especialmente bien. Lejos de la personalidad seria y poco cercana de Hércules Poirot o Sherlock Holmes, Blanc pone un punto de humor que eleva el tono de la película alejándola de una narrativa conservadora y que se suma a la fluidez con la que Johnson conduce la trama.

Con un humor más negro utiliza Johnson el contexto político para criticar la administración Trump poniendo sobre la mesa la migración y el racismo. Sus personajes entran al trapo con sumo gusto y dibujan un claro perfil del clasismo de alta alcurnia americano del que el guionista se ríe sin tapujos.

*Conclusión

El suspense inunda entonces toda la casa encerrando al espectador en ella junto a una crítica feroz de la sociedad americana que deja, a su paso, la brillante actuación de Ana de Armas al nivel de afamado Daniel Craig.

Escrito por Lorena Martín