El equipo de Samoa Americana, isla que pertenece a los EEUU nunca pudo hacer un gol en un partido oficial en las eliminatoria para el Mundial y además cuenta con el récord de goles en contra en un partido. Hasta allí llega, obligado por las circunstancias y no por decisión propia, un entrenador estadounidense que prácticamente va castigado al lugar a hacerse cargo del equipo. Con nada de ganas asume la función generando como es de suponerse ciertos enojos y resquemores entre los integrantes. Así poco a poco la cuestión irá cambiando y cada uno intentará redimir errores y pecados del pasado en pos de buscar el ansiado gol en un partido. Después hay una serie de subtramas de poca importancia y algunos pasajes de comedia. A Michael Fassbender le sobra para sobresalir dentro de un marco de actuaciones simpáticas pero mediocre, aunque es justo decir que el film logra entretener y plasmar correctamente una historia real.