Debo ser un ser de lo más insustancial porque no veo en la película más que una historia mundana contada al estilo de Dalí-on-LSD con un Mastroianni muy guapo y atractivo (porque lo era) y una ristra de mujeres y señoras estupendas que adornan cualquier toma.
Visualmente fascinante, muy llamativa, pero la historia... ay, la historia...
Realmente no le veo sentido alguno a la película. No te aporta nada, más que muchos modelitos de mujer, fabulosos, eso sí.
Creo que la película sólo ha servido para que otros copien de ahí, por ejemplo: el hombre de Martini que se frota sensualmente los labios, con gafas negras; es un calco de Guido, el protagonista del ocho y medio. Y la película que se proyecta en La ley del deseo de Almodóvar (con un hombre masturbándose en la cama, boca abajo y otro hombre, desde una cabina, creo recordar, le daba indicaciones sobre cómo debía hacerlo). Hasta la voz de Mastroiani es la misma que la del actor de la cabina que sale en la película del manchego...