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España España · Bilbao
Voto de Amarok:
8
Serie de TV. Acción. Drama Serie de TV (1984-1990). 5 temporadas. 111 episodios. Ambientada en los años 80. James “Sonny” Crockett (Don Johnson) y Ricardo Tubbs (Philip Michael Thomas), una pareja de detectives infiltrados en el mundo del narcotráfico de Miami, llevan un tipo de vida acorde con su trabajo (Sonny vive en un velero junto con su mascota, un cocodrilo llamado “Elvis”, y Tubbs no se separa de su escopeta de cañones recortados). Ambos buscan a los ... [+]
12 de julio de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas series de TV o peliculas que te han gustado de adolescente salen indemnes de un revisionado. Sin embargo, Miami Vice -o Corrupción en Miami-, me ha sorprendido muy gratamente. Mis recuerdos se limitaban al Ferrari Testarossa blanco de Crockett, el yate custodiado por el caimán, o las persecuciones en lancha rápida. Como han señalado otros usuarios, es cierto que la seríe es recordada sobre todo por incluir elementos y referencias de la cultura popular, de una manera mucho mas innovadora que otras series de la época. Pero además de esto, yo destacaría otras dos cosas: la neutralidad moral o ausencía de maniqueísmo por un lado, y la introducción de una visión distópica y algo decadente de los Estados Unidos de America y del estilo de vida moderno.

Primero, respecto al maniqueismo, cualquier nacido del 90 en adelante podría pensar que la ausencia de juicios morales implicitos es una modernez que llegó con Los Soprano o incluso con Juego de Tronos. Y no. Quizá fue Corrupción en Miami la primera serie que incorporó este punto de vista "neutro", pero además con la virtud de incorporar personajes que sí hacen juicios morales, o que tienen sus propios códigos. Es decir, es una seríe totalmente actual en ese aspecto, que incluso encuentro que está mejor manejado en esta serie de los 80 que en muchas de las series modernas. También se incluyen conflictos políticos entre distintas organizaciones (Antivicio, la DEA, la CIA), en las que cada una defiende sus intereses y tiene sus propios objetivos.

Respecto a la visión distópica de la que hablaba, es más que evidente. No en vano, los creadores de la franquicía de videojuegos GTA reconocen abiertamente la influencia de Miami Vice. Tanto es así que una de las ciudades ficticias que aprecen en esos videojuegos es Vice City (una versión distópica de Miami claramente basada en la serie creada por Anthony Yerkovich). En general, esa visión distópica se centra en la imposibilidad de luchar contra el crimen organizado con éxito cuando existe una fuerte demanda ciudadana del mismo (drogas, prostitución, etc) pero además exagerando las tasas de criminalidad y la decadencía de la ciudad. Se ahonda en la contradicción de fomentar la libertad individual, pero al mismo tiempo intentar mantener bajo control las tentaciones para no convertir la ciudad en un estercolero.

En cuanto al sesgo ideológico, que lo hay, se nota bastante -quizá no sea tan evidente si ves solamente un capítulo, pero si prestas atención, van saliendo opiniones tirando a conservadoras-. Por ejemplo hay puyitas para los sindicatos, para las pensiones públicas... se les vé un poco el plumero. Aunque todo esto era muy habitual en el cine de acción de la época (Harry el Sucio, Yo soy la justicia, etc.).

Como extra, el tema policial está bastante bien tratado, no tanto desde el punto de vista procedimental (eran los 80, y esa vertiente no interesaba demasiado), pero sí desde el psicológico. El síndrome del quemado, la frustración por no poder contener el crimen, y las tentaciones propias de quienes están en contacto con los bajos fondos constantemente, están presentes de inicio a fin.

Por todos estos motivos, me parece que Corrupción en Miami es mucho más de lo que parece, si bien algunos de sus capítulos son excesivamente largos, y quizá se recrean demasiado en enseñarnos planos chulos de la ciudad (aunque no llega al nivel de empalago de CSI Miami). Sin embargo, la serie es mucho mas que el papel de colores que la envuelve. Una serie pionera en el tratamiento de los personajes y la ausencia de un posicionamiento moral concreto. Vale la pena un revisionado, al menos de las dos primeras temporadas.
Amarok
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