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7

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7
6.2
86,027
Ciencia ficción. Aventuras. Thriller
Lo que en el pasado fueron los Estados Unidos, ahora es una nación llamada Panem; un imponente Capitolio ejerce un control riguroso sobre los 12 distritos que lo rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en los Hunger Games, unos juegos que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a ... [+]
23 de abril de 2012
23 de abril de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se recrea una sociedad, Panem -heredera de lo que hoy conocemos como los Estados Unidos-, dividida en doce distritos, todos ellos sometidos al Capitolio, sede central del gobierno, abandonado al consumismo y al poder de la imagen. Al producirse una serie de sublevaciones, el Capitolio decidió mantener el control del gobierno creando un espectáculo conocido como los Juegos del Hambre, donde cada distrito debía ofrecer un chico y una chica entre 12 y 18 para enfrentarse a muerte. El ganador conseguiría una vida en libertad y llena de honores. Como ya se advierte en la sinopsis, la autora ha recogido fuentes clásicas, como el mito de Teseo o la tradición romana del enfrentamiento de gladiadores en el coliseo, mero espectáculo para el pueblo, en el que luchaban defendiendo su vida de esclavos o para obtener honor y gloria.
La dirección corre a cargo de Gary Ross, un director algo inexperto (autor de “Pleasentville” y “Seabiscuit”), pero que ha logrado destacar con esta cinta por su notable recreación fotográfica y ambiental del mundo distópico. El hecho de que la novela esté escrita en primera persona, ha llevado al director a presentar la película desde la perspectiva de la protagonista, lo que ha provocado que el resto de personajes quedaran algo desdibujados y superficiales, que acentúan una carencia de empatía por parte del espectador y una infravaloración de las relaciones entre ellos y sus aportaciones dramáticas. La protagonista de la cinta (Jennifer Lawrence, nominada al Oscar por su aparición en “Winter’s Bone”) trabaja su personaje con una notable interpretación, demostrando con facilidad el carácter ambiguo y cerrado de Katniss Everdeen y el desarrollo del conflicto interior al que se enfrenta el personaje. Aunque se ha optado por manejar mayoritariamente a lo largo del film la cámara en mano, lo que dificulta en algunas escenas de acción seguir los movimientos de los personajes, favorece una visión mucho más subjetiva de la realidad que se nos presenta, haciéndonos partícipes y críticos de la ruda situación del mundo de Panem.
La película se centra más en resaltar la violación de la moralidad y el debate de la propia protagonista por mantener el respeto por la vida humana y sus derechos que en el trabajo de los personajes y el mundo distópico, por lo que nos puede parecer algo superficial. La pretensión de resumir una novela que esconde un transfondo crítico de la sociedad, no muy adecuadamente expuesto, en una película, provoca que no se le haya podido dar mucha más fuerza y profundidad. Sin embargo, la cinta nos invitar a tomar conciencia de que, por mucho que se nos haya impuesto una manera de actuar en contra de los principios humanos -donde las personas no son más que meros instrumentos de un espectáculo de diversión, fruto de unos deseos frívolos de placer, comodidad y soberbia-, cada uno tiene la capacidad de reaccionar y de seguir luchando por hacer triunfar al Bien.
La dirección corre a cargo de Gary Ross, un director algo inexperto (autor de “Pleasentville” y “Seabiscuit”), pero que ha logrado destacar con esta cinta por su notable recreación fotográfica y ambiental del mundo distópico. El hecho de que la novela esté escrita en primera persona, ha llevado al director a presentar la película desde la perspectiva de la protagonista, lo que ha provocado que el resto de personajes quedaran algo desdibujados y superficiales, que acentúan una carencia de empatía por parte del espectador y una infravaloración de las relaciones entre ellos y sus aportaciones dramáticas. La protagonista de la cinta (Jennifer Lawrence, nominada al Oscar por su aparición en “Winter’s Bone”) trabaja su personaje con una notable interpretación, demostrando con facilidad el carácter ambiguo y cerrado de Katniss Everdeen y el desarrollo del conflicto interior al que se enfrenta el personaje. Aunque se ha optado por manejar mayoritariamente a lo largo del film la cámara en mano, lo que dificulta en algunas escenas de acción seguir los movimientos de los personajes, favorece una visión mucho más subjetiva de la realidad que se nos presenta, haciéndonos partícipes y críticos de la ruda situación del mundo de Panem.
La película se centra más en resaltar la violación de la moralidad y el debate de la propia protagonista por mantener el respeto por la vida humana y sus derechos que en el trabajo de los personajes y el mundo distópico, por lo que nos puede parecer algo superficial. La pretensión de resumir una novela que esconde un transfondo crítico de la sociedad, no muy adecuadamente expuesto, en una película, provoca que no se le haya podido dar mucha más fuerza y profundidad. Sin embargo, la cinta nos invitar a tomar conciencia de que, por mucho que se nos haya impuesto una manera de actuar en contra de los principios humanos -donde las personas no son más que meros instrumentos de un espectáculo de diversión, fruto de unos deseos frívolos de placer, comodidad y soberbia-, cada uno tiene la capacidad de reaccionar y de seguir luchando por hacer triunfar al Bien.