En general no me gustan mucho las películas de terror, ya que no veo en ellas mucha originalidad pues estás están LLENAS de tópicos que se repiten y se repiten, casi tanto como las películas de superhéroes.
El asesino psicópata, la familia feliz, el grupo de amigos adolescentes, la chica buena que sobrevive, el negro que muere el primero, la rubia que escapa histérica y es asesinada... y a menudo el final que deja entrever que el asesino ha sobrevivido y sigue por ahí, indudablemente para protagonizar la secuela.
Sin embargo esta película aporta un punto de vista más inteligente y aunque los personajes siguen actuando de forma un poquito incomprensible (En lugar de atrincherarse todos juntos en una sala con un montón de armas y barrer a leches a cualquier asesino que aparezca, se dedican a dispersarse para que los puedan matar de uno en uno) da unos motivos consecuentes para esta barbarie y permite pasar algún que otro susto.
También hay que decir que las máscaras de animales dan muy mal rollo, las muertes son decentes y no están los personajes por ahí gritando durante minutos cubiertos de sangre hasta que el asesino les da el golpe de gracia.
Lo dicho, en definitiva una película que para mí mejora la media de las películas de terror por bastante, pero que sigue quedándose muy, muy lejos de ser una obra maestra.