La historia de lo 47 ronin es tal vez una de las historias sobre el honor llevado al extremo más impactantes que he oído.
Ningún guionista podría haberla inventado, ni mejorado, lo mejor que se podría haber hecho es adaptarla con fidelidad histórica y sin adornos, mostrar como 47 guerreros entregaron sus vidas por honor.
Sí, sin duda, de estar bien hecha esta película podría haber sido el "Ran" del siglo XXI... pero nada más lejos de la realidad.
No era necesario gastarse el dineral en efectos visuales tan espectaculares como INNECESARIOS. Claro que la caza de la bestia al principio es espectacular, pero es que esta historia NO NECESITABA ADORNOS. No necesitaba una historia de amor frustrada que nunca sucedió, no necesitaba un palacio en la montaña de un Kira demonizado, no necesitaba una zorra astuta y malvada (¿Esto pretende ser un guiño a "Ran"?, ni necesitaba un montón de demonios esotéricos, ni tanta magia.
Para que veáis hasta que punto está adornada y vacía de la historia original sólo tenéis que ver que el tío enmascarado gigante que aparece en el cartel, y que en la historia...REALMENTE NO DICE NADA y al tío de los tatuajes, que apenas aparece.
Carl Erik Rinsch, hazte el seppuku y salva tu honor.