Cualquier psicólogo, tratara de penetrar en nuestro subconsciente para saber cuál es la idea que origina casi todos nuestros pensamientos, nuestros comportamientos, nuestras emociones y finalmente nuestras decisiones. El futuro es emotivo y nuestra revolución, nuestra guerra será espiritual, decía Taylor Durden en el club de la lucha.

Robar ideas es el camino fácil, pero introducirlas en lo más profundo del subconsciente es lo más complicado, es el futuro. Nolan va siempre en cabeza, lleva al extremo sus guiones, sus personajes, y nos regala el origen de sus ideas. Guiones que se desarrollan desde palabras fundamentales y universales.

Ya nos habló en memento de la confianza, de redención en el caballero oscuro, de ilusión y engaño en el prestigio. Inception no es sólo una palabra, es una idea grabada a fuego… Es lo que somos. Y al final el amor es lo que mueve todo. Qué gran película y qué gran director, y cómo vuelvo a disfrutar del cine…

Otro día hablare de Ellen page, Marion Cotillard, Joseph Gordon Lewitt y ese reparto ideado por el diablo mientras oigo “je ne regrette rien” de Edith Piaf. Pero hoy no, porque hoy estoy de muy buen humor.
Disfrutadla.