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Voto de Kinetoscope:
7

Voto de Kinetoscope:
7
6.7
4,414
10 de julio de 2022
10 de julio de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra de esas películas que llegan sin hacer mucho ruido y que constituyen un más que agradable divertimento. De las que no habría que dejar escapar.
El viejo Henry es un homenaje a los clásicos, de los que copia sin el más mínimo reparo. Es sincera, comedida, sobria; no pretende inventar nada. Quizá arriesga demasiado poco, pero la fórmula funciona.
Su mayor baza reposa en la interpretación de Tim Blake Nelson, un personaje al que se le adivina un oscuro pasado no del todo redimido. Su contrapunto, el malo malísimo interpretado por un soberbio Stephen Dorff, cumple también sobradamente.
El hijo del viejo Henry es el elemento que tiende a desestabilizar, pues sabes que la metedura de pata puede llegar en cualquier momento, siendo Curry (Scott Haze) el personaje más sosaina de los que pueblan la cinta: en cada escena pilla una nueva bala perdida.
Al final el conjunto funciona, y eso es lo que cuenta. El papel le va como anillo al dedo al viejo Blake Nelson, quien nos vuelve a deslumbrar con otro de sus personalísimos recitales.
Larga vida al cine de género, ¡larga vida al western!
El viejo Henry es un homenaje a los clásicos, de los que copia sin el más mínimo reparo. Es sincera, comedida, sobria; no pretende inventar nada. Quizá arriesga demasiado poco, pero la fórmula funciona.
Su mayor baza reposa en la interpretación de Tim Blake Nelson, un personaje al que se le adivina un oscuro pasado no del todo redimido. Su contrapunto, el malo malísimo interpretado por un soberbio Stephen Dorff, cumple también sobradamente.
El hijo del viejo Henry es el elemento que tiende a desestabilizar, pues sabes que la metedura de pata puede llegar en cualquier momento, siendo Curry (Scott Haze) el personaje más sosaina de los que pueblan la cinta: en cada escena pilla una nueva bala perdida.
Al final el conjunto funciona, y eso es lo que cuenta. El papel le va como anillo al dedo al viejo Blake Nelson, quien nos vuelve a deslumbrar con otro de sus personalísimos recitales.
Larga vida al cine de género, ¡larga vida al western!