Si los grandes animados hicieron proezas a través de sus series bien hechas por Hannah & Barbera y Warner Bros como lo son Los Picapiedra, Scooby Doo, Los supersónicos, entre otros; resulta, pasa y acontece que me encontré con Tom y Jerry pero más pequeños cuya temática es seguir la misma historia, los mismos escenarios y los previsibles finales.
Hace rato supe que los explotaron durante la década de los noventa ahora más pequeños y dicen que ésto son muy novedosos. Qué pena, se rajaron de cabo a rabo. Ni me quiero imaginar cuando esos mismos animados tengan a sus protagonistas ya cuchos y con las historias ya más raspadas que una olla arrocera.
Por lo tanto, los pequeños Tom y Jerry fue una malísima serie en la que estos dos amienemigos siguen en la misma vaina y se repite como disco rayado. Flaco favor hacen las cadenas en no crear nuevas series en vez de dejarlos en paz todo por la ley del todo vale y hacer billete a la lata. Es que el televidente hace tiempo ya se despertó y no come cuento a sus productos de segunda, tercera o enésima mano. Lo que fue, fue; y punto.
A cambiar de mentalidad esclavista de reencauche y darle segundas partes facilistas y del ganar dinero rápido ya que de lo contrario desaparecerán de sus pantallas.