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Voto de Danivtar:
10
7.9
171,717
26 de mayo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Belleza Americana me recuerda un poco al Aleph, ese punto mágico que, según el relato de Borges, permitía ver todas las cosas del mundo. No menos maravillosa es esta película, por lo pronto por todas las cosas que muestra. Su héroe, Lester Burnham, es también el fantasmal narrador de esa última parte de su vida que se inicia cuando se enamora de la amiga de su hija. Ese evento representa un punto de quiebre, y marca la decisión de romper con lo que hasta entonces había sido su vida -por llamarla de alguna manera. Lester, consciente de pronto de la magnitud del absurdo de la vida que ha estado llevando -la de un medio burgués americano típico- inicia una revolución radical, parte de lo cual es también la relación que entabla con el joven vecino nuevo, el freaky boy Ricky, traficante de estupefacientes.
Pero lo singular de esta historia es esa conjugación de tres aspectos, tres dimensiones que plantea más o menos simultáneamente, ya que a la par de la sociedad americana aborda la cuestión de la muerte y la belleza. En esta absoluta obra maestra, su director Sam Mendes no se muestra trágico ni por un momento, aunque desarrolla nada más y nada menos que la tragedia del hombre atrapado en la vulgaridad de la vida moderna y sus valores enajenados -haciéndolo incluso por momentos casi en tono de comedia. Pero esta tragedia no sería más que una suerte de velo, una corteza burda y deslucida debajo de la cual bulle la esencia de la vida que es pura pasión, esperando quizás que el hombre alguna vez se despierte y la descubra.
Es realmente increíble lo que ha logrado Sam Mendes en este film único e imprescindible.
Pero lo singular de esta historia es esa conjugación de tres aspectos, tres dimensiones que plantea más o menos simultáneamente, ya que a la par de la sociedad americana aborda la cuestión de la muerte y la belleza. En esta absoluta obra maestra, su director Sam Mendes no se muestra trágico ni por un momento, aunque desarrolla nada más y nada menos que la tragedia del hombre atrapado en la vulgaridad de la vida moderna y sus valores enajenados -haciéndolo incluso por momentos casi en tono de comedia. Pero esta tragedia no sería más que una suerte de velo, una corteza burda y deslucida debajo de la cual bulle la esencia de la vida que es pura pasión, esperando quizás que el hombre alguna vez se despierte y la descubra.
Es realmente increíble lo que ha logrado Sam Mendes en este film único e imprescindible.