Brutal trilogía sin pies ni cabeza. No le hace sombra a El señor de los anillos (obra maestra del cine moderno y película de culto), así que la comparaciones son odiosas. El Hobbit es un auténtico despropósito cinematográfico con un magnífico propósito económico. Aún así he de decir que me ha gustado verlas, ver el universo Tolkien recreado en la gran pantalla de nuevo. Es cierto que he sentido vergüenza ajena muchas veces y que ciertas cosas me han indignado más que a Pablo Iglesias. Pero ya está. De esta tercera entrega sólo puedo decir que para mi gusto es la peor de las tres: los personajes secundarios son odiosos, los diálogos de Barrio Sésamo, las actuaciones penosas (sólo se libra Martin Freeman, el que hace de Bilbo) y la parte 50% Silmarillion 50% Peter Jackson sencillamente no está a la altura. Le pongo un 6 porque soy un romántico y me encanta la obra de Tolkien, pero la peli no se merece tanto ni mucho menos.
Dicho esto, he de añadir que, por el momento, son las mejores películas del Hobbit jamás hechas. Es lo que hay y están ahí. Yo lo prefiero así. Está el libro y están las pelis, cada cual que consuma lo que más le guste.