Posiblemente sea una película del montón de la basta franquicia Marvel y definitivamente uno de los últimos cameos de Stan Lee. No hay mucho que decir sobre esta película, repite la misma fórmulas de siempre: escenas cómicas, muchos efectos visuales y sonoros y coreografías decentes. Su visionado sirve para el puro entretenimiento aunque a decir verdades será olvidada rápidamente hasta por los mismos fanáticos y devoradores de cómics, al ser una historia de un personaje secundario. Para finalizar, el elenco sorprende con un par de actores del recuerdo como Michelle Pfeiffer y Michael Douglas; a pesar de eso, Evangeline Lilly se robó las cámaras.