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Voto de Ehavled Jef:
8
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8
6.8
21,532
Drama
François es un joven profesor de lengua francesa en un instituto conflictivo, situado en un barrio marginal. Sus alumnos tienen entre 14 y 15 años, y no duda en enfrentarse a ellos en estimulantes batallas verbales; pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos. Al comenzar el curso, los profesores, llenos de buenas intenciones, deseosos de dar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. ... [+]
16 de abril de 2009
16 de abril de 2009
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película interesantísima porque trata sobre un maestro de estos que ahora se llevan tanto y gracias a quienes el hecho docente en Francia, España y otros países parecidos, se ha convertido en un hecho muy problemático, dificultoso y tremendamente degenerado.
Es decir el filme narra el día a día de un maestro que va de "demócrata-simpático en el aula", de esos que se la dan de más creativos, magisteriales y pedagogos que nadie, que establecen en el aula una «relajación amistosa» con los alumnos en lugar de una relación de «docente-discente», «autoridad-subordinados», de «guía-guiados», de «especialista que debe enseñar su asignatura a quienes asisten entre esos muros para aprenderla».
Pero no, cualquiera puede ver que Francois Bégaudeau en lugar de dedicarse a ejercer de docente en el pleno sentido de la palabra, se dedica principalmente al intento de caer bien, caer simpático y ser considerado bueno o amigo por sus alumnos (en esto se creen algunos, como el maestro Francois Bégaudeau, que consiste lo principal de la educación académica); así, en vez de emplear su clase magisterial al completo en la asignatura y los conocimientos propios de su especialidad y para lo que está contratado y se le paga, él permite y se pone a responder todo tipo de cuestiones que no vienen al caso, incluso preguntas personales las cuales no son ese el lugar donde debe contestarlas (p.ej., si él es o no homosexual), para mayor gloria de sus maleducados alumnos.
Es obvio que este profesor siembra él mismo su propia falta de autoridad y les pone en bandeja a sus educandos las chispas con las cuales encender el fuego del irrespeto, del cachondeo, del desorden; en consecuencia el propio preceptor contribuye a que el espacio escolar construido para la enseñanza, no sirva exactamente para tal fin; el propio maestro es el causante consentidor de que la clase, donde ha de reinar el silencio, la atención y el clima imprescindible de aprendizaje, se convierta en un salón donde los colegiales más aviesos e incívicos den rienda suelta a sus chulerías, groserías e incivismo; esto es: “dándoles cuerda para que con ella le ahorquen".
En definitiva, el maestro Francois Bégaudeau, demuestra a todas luces en el interior del aula una praxis académica poco solvente, contraproducente y fuera de lugar. Como docente está SUSPENDIDO, porque él es el primer causante, el principal fomentador de los problemas que surgen en su clase, desde el desorden a los brotes de irrespeto que sus alumnos le dedican; porque demuestra ser una autoridad que carece de autoridad y siembra entre sus escolares la continua desautorización. Como educador da suficientes motivos para, una vez acabado el curso del que somos testigos, calificarle con un REPROBADO magisterial.
Es decir el filme narra el día a día de un maestro que va de "demócrata-simpático en el aula", de esos que se la dan de más creativos, magisteriales y pedagogos que nadie, que establecen en el aula una «relajación amistosa» con los alumnos en lugar de una relación de «docente-discente», «autoridad-subordinados», de «guía-guiados», de «especialista que debe enseñar su asignatura a quienes asisten entre esos muros para aprenderla».
Pero no, cualquiera puede ver que Francois Bégaudeau en lugar de dedicarse a ejercer de docente en el pleno sentido de la palabra, se dedica principalmente al intento de caer bien, caer simpático y ser considerado bueno o amigo por sus alumnos (en esto se creen algunos, como el maestro Francois Bégaudeau, que consiste lo principal de la educación académica); así, en vez de emplear su clase magisterial al completo en la asignatura y los conocimientos propios de su especialidad y para lo que está contratado y se le paga, él permite y se pone a responder todo tipo de cuestiones que no vienen al caso, incluso preguntas personales las cuales no son ese el lugar donde debe contestarlas (p.ej., si él es o no homosexual), para mayor gloria de sus maleducados alumnos.
Es obvio que este profesor siembra él mismo su propia falta de autoridad y les pone en bandeja a sus educandos las chispas con las cuales encender el fuego del irrespeto, del cachondeo, del desorden; en consecuencia el propio preceptor contribuye a que el espacio escolar construido para la enseñanza, no sirva exactamente para tal fin; el propio maestro es el causante consentidor de que la clase, donde ha de reinar el silencio, la atención y el clima imprescindible de aprendizaje, se convierta en un salón donde los colegiales más aviesos e incívicos den rienda suelta a sus chulerías, groserías e incivismo; esto es: “dándoles cuerda para que con ella le ahorquen".
En definitiva, el maestro Francois Bégaudeau, demuestra a todas luces en el interior del aula una praxis académica poco solvente, contraproducente y fuera de lugar. Como docente está SUSPENDIDO, porque él es el primer causante, el principal fomentador de los problemas que surgen en su clase, desde el desorden a los brotes de irrespeto que sus alumnos le dedican; porque demuestra ser una autoridad que carece de autoridad y siembra entre sus escolares la continua desautorización. Como educador da suficientes motivos para, una vez acabado el curso del que somos testigos, calificarle con un REPROBADO magisterial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Obviamente como Francois Bégaudeau va sobrado de instructor que busca en el aula el "democratismo irrelevante", en vez de la autoridad docente (que debería ser su auténtica función y deber), la mayoría de los alumnos que son muy avispados, le toman hasta el hombro de la mano que él previamente les ha dado, tratándolo como a un amigacho en vez de como a un docente-autoridad; no le guardan el respeto debido y le hacen casi inviable las horas lectivas. Pero él erre que erre, como va de "supercomprensivo" y encima no se hace caso de las advertencias de otros compañeros docentes más serios —que son los que siempre suelen aparecen como antipáticos y rigurosos cuando en verdad son los verdaderos maestros que saben lo que hacen—, pues trata de ser el profesor con más "talante pedagógico" en el aula, sin comprender que su actitud es pedagogismo nefasto, carente de disciplina y de autoridad, el cual provoca degeneración en cuanto a transmisión de conocimientos se refiere o educación académica en sí misma.
Como sea, aconsejo ver esta película, resulta muy valiosa por dos cosas primordiales:
1ª) Porque pone de manifiesto algunas de las razones latentes de por qué en ciertos países de
Occidente se ha perdido el respeto a los maestros. Sí, éste es un filme de lo más realista y actual, que revela el día a día en un aula, lo que sucede cuando un maestro, una supuesta autoridad magisterial, busca a toda costa más que educar e instruir académicamente a los alumnos, el caerles bien en el sentido de ganarse ante ellos la etiqueta de "tipo buena gente", "tipo amigo", "tipo dabute", "tipo supercompañero mayor". Así les va.
2ª) Porque deja entrever, no sé si queriéndolo o quizás en contra de las propias intenciones del maestro autor Francois Bégaudeau, aquella máxima de Bruno Bettelheim, la cual indica con plena sabiduría que «demasiada poca disciplina puede, a la larga, [al menos entre los muros de las escuelas e institutos de enseñanza media] ser más perniciosa que un exceso de la misma».
Por último, ¿vieron la asamblea de profesores aguantando como si no fuese con ellos el provocativo, irrespetuoso y bajuno comportamiento de las dos alumnas delegadas de clase? ¿Qué se puede esperar de un director y de un claustro de profesores que permiten tales necedades en medio de una importante toma de decisiones?
Es evidente que en este colegio se cosecha lo que se siembra por parte del mismísimo director y la mayoría de los profesores, quienes en conjunto hacen gala del contemporáneo "democratismo majadero" que han impuesto los fracasados "progres de la educación" en el marco escolar, donde según parece son ellos los que han inventado: qué es pedagogía, qué es tolerancia y qué es educación por excelencia (históricamente antes de ellos y sus métodos, parece ser que la transmisión académica de conocimientos no servía).
Como sea, aconsejo ver esta película, resulta muy valiosa por dos cosas primordiales:
1ª) Porque pone de manifiesto algunas de las razones latentes de por qué en ciertos países de
Occidente se ha perdido el respeto a los maestros. Sí, éste es un filme de lo más realista y actual, que revela el día a día en un aula, lo que sucede cuando un maestro, una supuesta autoridad magisterial, busca a toda costa más que educar e instruir académicamente a los alumnos, el caerles bien en el sentido de ganarse ante ellos la etiqueta de "tipo buena gente", "tipo amigo", "tipo dabute", "tipo supercompañero mayor". Así les va.
2ª) Porque deja entrever, no sé si queriéndolo o quizás en contra de las propias intenciones del maestro autor Francois Bégaudeau, aquella máxima de Bruno Bettelheim, la cual indica con plena sabiduría que «demasiada poca disciplina puede, a la larga, [al menos entre los muros de las escuelas e institutos de enseñanza media] ser más perniciosa que un exceso de la misma».
Por último, ¿vieron la asamblea de profesores aguantando como si no fuese con ellos el provocativo, irrespetuoso y bajuno comportamiento de las dos alumnas delegadas de clase? ¿Qué se puede esperar de un director y de un claustro de profesores que permiten tales necedades en medio de una importante toma de decisiones?
Es evidente que en este colegio se cosecha lo que se siembra por parte del mismísimo director y la mayoría de los profesores, quienes en conjunto hacen gala del contemporáneo "democratismo majadero" que han impuesto los fracasados "progres de la educación" en el marco escolar, donde según parece son ellos los que han inventado: qué es pedagogía, qué es tolerancia y qué es educación por excelencia (históricamente antes de ellos y sus métodos, parece ser que la transmisión académica de conocimientos no servía).