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Voto de François Dervieux:
4
7.2
31,888
Thriller. Western. Drama. Acción
Toby (Chris Pine), un joven padre divorciado, y su impulsivo hermano Tanner (Ben Foster), un expresidiario recién salido de la cárcel, se dirigen al Oeste de Texas para realizar una serie de robos en unas pocas sucursales bancarias. El objetivo de Toby es intentar poder conseguir el dinero suficiente como para poder salvar la granja familiar, que está en peligro. Nada más cometer el primer robo, un veterano Ranger de Texas (Jeff ... [+]
14 de junio de 2017
2 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, que tantos elogios ha recibido y que ha sido nominada a 4 premios de la Academia, nada más y nada menos, puede, desde mi punto de vista, analizarse en torno a dos palabras: clichés y virilidad.
Dejando a un lado la escenografía, la dirección, o las actuaciones, que sí son, tal vez, de alabanza, y centrándonos en la historia, observamos cómo esta nos sumerge en un mundo de hombres en el que no solo las mujeres pintan poco, sino que además está cargado de testosterona. Este estilo tan varonil y anticuado que rezuma la película me ha impedido desde el primer minuto disfrutar de lo que me estaban contando. Solamente he podido centrarme en esperar algún diálogo o alguna escena que demostrase que me equivocaba, y es una pena porque para nada he comenzado a ver la película con esa predisposición, pero ha sido tan evidente que no me ha quedado otro remedio.
Lo más importante y lo que más hizo saltar mis alarmas es el papel de la mujer en este largometraje, es decir, ninguno. Podríamos hablar de tres tipos de mujeres en esta película:
la mujer secretaría; la mujer que se liga o copula con los protagonistas hombres; y la ex-mujer cabreada a cargo de los niños. Y ya está. Esto es todo lo que hará la mujer en esta película. La escena del hermano loco ligando con la recepcionista, con la que después tendrá sexo, a la que le van los tipos malos (para variar) no tiene precio. Él le habla con seguridad y da por hecho que van a acabar juntos, como muy bien ocurre, mientras ella se ríe como una colegiala en celo. También hay que mencionar a la secretaria joven y tonta de la que el sheriff pasa en cuanto aparece su jefe el pez gordo (el hombre). Solamente la sheriff mujer salva el panorama, a quien bien podrían haber puesto en el papel principal en lugar de a Jeff Bridges (y no es que tenga nada en contra de él).
Es una lástima que en el mismo año en el que vemos a las mujeres «cazafantasmas» salvando el mundo, o a una mujer que es la nueva esperanza de «la fuerza», se continúen haciendo películas como esta y que además sean nominadas al Oscar como mejor película...
Toda la película y su ambiente sexista pueden resumirse en un diálogo entre los dos protagonistas:
- Es muy grande...
- Eso dijo ella.
Porque un chiste sobre el miembro masculino no podía faltar, había que meterlo como fuese (ups...).
No puedo exponer mi opinión sin dar ejemplos y hablar en sí de la película, por lo que continuaré en el apartado de spoiler:
Dejando a un lado la escenografía, la dirección, o las actuaciones, que sí son, tal vez, de alabanza, y centrándonos en la historia, observamos cómo esta nos sumerge en un mundo de hombres en el que no solo las mujeres pintan poco, sino que además está cargado de testosterona. Este estilo tan varonil y anticuado que rezuma la película me ha impedido desde el primer minuto disfrutar de lo que me estaban contando. Solamente he podido centrarme en esperar algún diálogo o alguna escena que demostrase que me equivocaba, y es una pena porque para nada he comenzado a ver la película con esa predisposición, pero ha sido tan evidente que no me ha quedado otro remedio.
Lo más importante y lo que más hizo saltar mis alarmas es el papel de la mujer en este largometraje, es decir, ninguno. Podríamos hablar de tres tipos de mujeres en esta película:
la mujer secretaría; la mujer que se liga o copula con los protagonistas hombres; y la ex-mujer cabreada a cargo de los niños. Y ya está. Esto es todo lo que hará la mujer en esta película. La escena del hermano loco ligando con la recepcionista, con la que después tendrá sexo, a la que le van los tipos malos (para variar) no tiene precio. Él le habla con seguridad y da por hecho que van a acabar juntos, como muy bien ocurre, mientras ella se ríe como una colegiala en celo. También hay que mencionar a la secretaria joven y tonta de la que el sheriff pasa en cuanto aparece su jefe el pez gordo (el hombre). Solamente la sheriff mujer salva el panorama, a quien bien podrían haber puesto en el papel principal en lugar de a Jeff Bridges (y no es que tenga nada en contra de él).
Es una lástima que en el mismo año en el que vemos a las mujeres «cazafantasmas» salvando el mundo, o a una mujer que es la nueva esperanza de «la fuerza», se continúen haciendo películas como esta y que además sean nominadas al Oscar como mejor película...
Toda la película y su ambiente sexista pueden resumirse en un diálogo entre los dos protagonistas:
- Es muy grande...
- Eso dijo ella.
Porque un chiste sobre el miembro masculino no podía faltar, había que meterlo como fuese (ups...).
No puedo exponer mi opinión sin dar ejemplos y hablar en sí de la película, por lo que continuaré en el apartado de spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Los protagonistas de la película son dos hombres, hermanos: uno bueno y otro malo (o uno loco y otro cuerdo). Aunque estos dos adjetivos reducen mucho sus personalidades, el perfil de cada uno de ellos está bastante claro. Ambos roban bancos, aunque el que verdaderamente ejecuta los robos (y le echa más huevos) es el loco, que ha estado en la cárcel ¿Por qué roban? Pues, para resumir, el hermano bueno necesita el dinero porque, como hombre, debe mantener a su familia y darles un buen hogar y una prosperidad, y no se le ha ocurrido otra forma. Los hermanos ladrones son perseguidos por el «sheriff» a punto de retirarse y con experiencia, acompañado por su compañero hispano «Alberto» condenado a muerte desde la concepción de su personaje.
Los dos hermanos van por ahí robando bancos con una facilidad pasmosa y con poca profesionalidad, lo que le da un buen toque a la película (todo sea dicho), y entre tanto, como si no tuviesen problemas con la ley, tienen tiempo para meterse en peleas. La escena en la que Chris Pine le pega a otro tío sin motivo ninguno es un claro ejemplo de lo que digo: Ben Foster cruza miradas con un hombre, lo cual este no puede permitir ya que esto supone poner en duda su hombría, por lo que se encara con él y le amenaza con su pene... digo, pistola, perdón; afortunadamente su hermano llega a tiempo para darle una buena tunda en un repentino arranque de adrenalina masculina.
El hermano loco, por cierto, tendrá al final un buen gesto para con su hermano bueno y se sacrificará para que él pueda vivir bien. Así es, el personaje cuya personalidad se nos había intentado exponer como la de un capullo, aunque con trazos muy superficiales, tiene al final una especia de redención. Es un giro asombrosamente innovador nunca antes visto en la historia del cine. Cuando su hermano se entera a través de la televisión de su muerte llora... Bueno, no, perdón, no llora, hace lo que sería el equivalente a llorar en el mundo de los auténticos hombres: pegar un buen trago a un vaso de alcohol seco. Antes de despedirse, vaticinando el final que les espera, ambos se dicen que se quieren, pero después finalizan con un «que te jodan», no vaya a ser que nos pensásemos que son un par de «maricas».
Durante toda la película no falta cerveza, claro icono de virilidad; mientras no están teniendo diálogos insulsos, típicos, con los que nos hacen pensar que su fin justifica los medios, están bebiendo cerveza. Esto es en verdad insignificante, pero es sólo otro detalle que va a coro con el tono de la película. Es de destacar la conversación de Chris Pine con su primogénito, el cual, a pesar del padre que le ha tocado que parece no hacerle caso y al cual su madre estará poniendo verde todo el día, respeta e incluso parece admirar, defendiéndolo de todo lo malo que escucha sobre él y afirmando la imagen padre=héroe que siempre vemos en las películas americanas. Mientras se intercambian unas breves palabras el padre sujeta una cerveza, y el hijo un balón de fútbol, otro gran icono del «macho cabrío».
Los dos hermanos van por ahí robando bancos con una facilidad pasmosa y con poca profesionalidad, lo que le da un buen toque a la película (todo sea dicho), y entre tanto, como si no tuviesen problemas con la ley, tienen tiempo para meterse en peleas. La escena en la que Chris Pine le pega a otro tío sin motivo ninguno es un claro ejemplo de lo que digo: Ben Foster cruza miradas con un hombre, lo cual este no puede permitir ya que esto supone poner en duda su hombría, por lo que se encara con él y le amenaza con su pene... digo, pistola, perdón; afortunadamente su hermano llega a tiempo para darle una buena tunda en un repentino arranque de adrenalina masculina.
El hermano loco, por cierto, tendrá al final un buen gesto para con su hermano bueno y se sacrificará para que él pueda vivir bien. Así es, el personaje cuya personalidad se nos había intentado exponer como la de un capullo, aunque con trazos muy superficiales, tiene al final una especia de redención. Es un giro asombrosamente innovador nunca antes visto en la historia del cine. Cuando su hermano se entera a través de la televisión de su muerte llora... Bueno, no, perdón, no llora, hace lo que sería el equivalente a llorar en el mundo de los auténticos hombres: pegar un buen trago a un vaso de alcohol seco. Antes de despedirse, vaticinando el final que les espera, ambos se dicen que se quieren, pero después finalizan con un «que te jodan», no vaya a ser que nos pensásemos que son un par de «maricas».
Durante toda la película no falta cerveza, claro icono de virilidad; mientras no están teniendo diálogos insulsos, típicos, con los que nos hacen pensar que su fin justifica los medios, están bebiendo cerveza. Esto es en verdad insignificante, pero es sólo otro detalle que va a coro con el tono de la película. Es de destacar la conversación de Chris Pine con su primogénito, el cual, a pesar del padre que le ha tocado que parece no hacerle caso y al cual su madre estará poniendo verde todo el día, respeta e incluso parece admirar, defendiéndolo de todo lo malo que escucha sobre él y afirmando la imagen padre=héroe que siempre vemos en las películas americanas. Mientras se intercambian unas breves palabras el padre sujeta una cerveza, y el hijo un balón de fútbol, otro gran icono del «macho cabrío».