Buenas críticas. Un trailer engañoso. Una película rumana.
Bien, pero yo la vi pensando que era una cosa y luego es otra. Historia cruel, ¿verídica? acerca de las consecuencias de tratar el tema del aborto como un acto ilegal, Cristian Mungiu intenta contar las desagradables consecuencias de la posibilidad de no tener un hijo no deseado. Y digo "intenta" porque al director se le olvidó pasar por la sala de montaje. Un inicio interesante (¿quién es la protagonista?), un desarrollo más o menos pasable con elementos de suspense (hotel, guantes, navaja, dinero) y un aburridísimo e insípido final.
Y es que esa cena con los suegros la podía haber hecho yo con una cámara en mano, sin cortes, sin información importante, dejando pasar el tiempo. Una especie de Ingmar Bergman y Giuseppe Tornatore mal llevados. Una historia que da mil vueltas sobre sí misma. Unos personajes mal desarrollados ¿la rubia indecisa es hermana de la otra chica?, ¿la morena una ingenua total o una estudiante sin 2 dedos de frente? , el médico que se olvida su DNI, ¿se lleva o no la pasta?.

Eso sin contar los planos fijos a lo Tarantino p. ej. la mencionda eterna cena, parte de las escenas del hotel... y una desgana a la hora de reflejar sentimientos: el feto de goma en el suelo, el sexo como trueque no funciona, la relación entre el novio con cara de Sean Penn y la rubia está mal contada...

Por lo que no veo por ningún lado ese suspense, ese ritmo, esos logros para ganar la Palma de Oro ... y es que para ver una Rumania de los 80's tan mal contada me quedo con "Punto y aparte".