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Voto de Esmiz:
7
Voto de Esmiz:
7
5.5
11,615
18 de septiembre de 2016
18 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean (Kurt en la ocasión) va con su hermano a Tailandia a liarse a mamporros con la fauna local, ésta se llama Tong Po (uno de los Qissi maquillado de cualquier manera) y le pone las pilas al pobre diablo del hermano de Jean. Jean-Kurt jura suma venganza y hala, ya tenemos para una película de bofetadas.
Uno de esos títulos que forjaron la grandeza y leyenda del belga y que con tan escasos mimbres nos la ponían dura cuando eramos zagales y nos valía cualquier cosa. Resulta que Jean-Kurt se va a la jungla camboyana o vaya usted a saber a adiestrar al lado del maestro zen retirado en la paz de los montes y allí en pocas fechas adquiere todo lo que necesita para bajarle los humos al maligno Tong Po, se encuentra hasta con moza el bueno de Jean-Kurt, ¡qué suertudo el belga! Pero aquello en aquellos entonces nos "la soplaba", queríamos ver al ídolo dando coces y marcandose un baile en el club de Freddy Li que le sobrevivirá por generaciones y que yo uso para enfrascarme a las mozas en las discotecas. La cualidad técnica y artística del filme son lo suficientemente decentes como para que no nos arranquemos los ojos dando alaridos y eso basta. Lo importante es el contenido, Tong Po dándole patadas a las columnas, el hermano de Jean-Kurt llevando una tocata por listo, la promesa de vendetta, Jean-Kurt adiestrando arduamente contra una palmera y unas poleas y en un místico templo (¿Cuantos recuerdos se llevaran estos afortunados? ains), la pequeña Mei Li, el apoteósico baile ya antes mencionado y el tramo final con la pelea final donde Jean-Kurt le ajusta las cuentas a Tong Po con cristales en los puños y todo... Eso todo era lo que importaba, canelita fina y que nos ponía los ojos en órbita y los paquetes sólidos como el titanio de los submarinos rusos.
En fin, aventuras de serie B bien ricas de la mano de uno de los símbolos del "durismo" de los 80-90, Kickboxer bien merece un visionado y lo sabéis!!
Uno de esos títulos que forjaron la grandeza y leyenda del belga y que con tan escasos mimbres nos la ponían dura cuando eramos zagales y nos valía cualquier cosa. Resulta que Jean-Kurt se va a la jungla camboyana o vaya usted a saber a adiestrar al lado del maestro zen retirado en la paz de los montes y allí en pocas fechas adquiere todo lo que necesita para bajarle los humos al maligno Tong Po, se encuentra hasta con moza el bueno de Jean-Kurt, ¡qué suertudo el belga! Pero aquello en aquellos entonces nos "la soplaba", queríamos ver al ídolo dando coces y marcandose un baile en el club de Freddy Li que le sobrevivirá por generaciones y que yo uso para enfrascarme a las mozas en las discotecas. La cualidad técnica y artística del filme son lo suficientemente decentes como para que no nos arranquemos los ojos dando alaridos y eso basta. Lo importante es el contenido, Tong Po dándole patadas a las columnas, el hermano de Jean-Kurt llevando una tocata por listo, la promesa de vendetta, Jean-Kurt adiestrando arduamente contra una palmera y unas poleas y en un místico templo (¿Cuantos recuerdos se llevaran estos afortunados? ains), la pequeña Mei Li, el apoteósico baile ya antes mencionado y el tramo final con la pelea final donde Jean-Kurt le ajusta las cuentas a Tong Po con cristales en los puños y todo... Eso todo era lo que importaba, canelita fina y que nos ponía los ojos en órbita y los paquetes sólidos como el titanio de los submarinos rusos.
En fin, aventuras de serie B bien ricas de la mano de uno de los símbolos del "durismo" de los 80-90, Kickboxer bien merece un visionado y lo sabéis!!