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Voto de juancarloslm02:
5
Terror. Thriller Basada en una historia real ocurrida en Las Bahamas. Una pareja adicta al trabajo había decidido tomarse un tiempo de relax y pasar unos días buceando. La lancha que los lleva, debido a un descuido de la tripulación, los abandona en medio de un mar, a la deriva y lejos de la costa, en unas aguas infestadas de tiburones. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2020
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OPEN WATER es una película de bajo presupuesto (500 000 $) basada en hechos reales y el segundo largometraje del director neoyorquino Chris Kentis. Sorprendentemente, esta cinta tuvo gran éxito en los cines, recaudando la cantidad de 54 667 954 $.

Susan y Daniel deciden pasar unas vacaciones de verano en Las Bahamas. Una de las actividades que contratan es la de submarinismo en mar abierto. Cuando se encuentran en medio del océano, los organizadores de la actividad se olvidan de ellos y se marchan con la lancha, dejándolos completamente solos. A medida que pasa el tiempo, se van dando cuenta de que no están solos y que tienen unos acompañantes, tiburones. La pareja deberá enfrentarse al continuo ataque de estos escualos y a otro factor determinante: el cansancio.

En primer lugar, como he dicho antes, la película es de bajo presupuesto, por lo que la duración del film queda muy reducida y, probablemente, insuficiente para sacar todo el jugo a esta historia. Es por esto que, prácticamente a los 20 minutos, ya vemos a los protagonistas a la deriva en medio del océano.

Nada más empezar a ver la película, te das cuenta de que algo no va bien y que te va a «atormentar» durante toda la cinta. Resulta que la película parece estar grabada como si fuese un documental de tiburones de National Geographic. El incesante y molesto movimiento de la cámara hace creer que el director, o no sabía de la existencia de los estabilizadores y trípodes, o bien prefirió hacerlo de esta peculiar manera, a mi parecer equivocada. Además, hay ocasiones en las que en vez de un cambio de plano se realiza un zoom que parece que lo haya hecho un niño con su smartphone.

En cuanto al guion, es muy inverosímil el hecho de que un barco se olvide de ti y tarde más de un día en darse cuenta. Sin embargo, confiemos en que así fue en los hechos reales. Lo que ya sí que resulta totalmente inverosímil es que, si tu te encuentras a la deriva en medio del océano, por qué cuando ves un barco u otro signo de presencia humana no nadas como un poseso en vez de lo que hacen los protagonistas: chapotear y gritar; sinceramente, no lo comprendo. No faltan durante el transcurso de la película las típicas frases: «Algo me ha mordido en la pierna», «Ay, a mí también», etc.

Esta parte inicial de la película hace que te replantees seguir viéndola ya que llegas a considerar si de verdad te va a causar terror. No obstante, a mitad de la película se nota un cambio de ritmo que es de agradecer: los tiburones comienzan a ser más violentos. También, un gran punto positivo es que, al contrario que muchas películas actuales sobre tiburones (A 47 METROS, TIBURÓN 3D: LA PRESA, etc), estos escualos son totalmente reales: ni son CGI, ni desmesuradamente grandes.

En definitiva, estamos ante una película que, si bien al principio te puede parecer lenta y que no va a ninguna parte, a partir de la mitad te resultará más entretenida y fácil de «tragar», dejándote incluso un buen sabor de boca.

Positivo: decentes momentos de tensión y realismo.

Negativo: movimientos de cámara alocados que no tienen ningún sentido.
juancarloslm02
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