Es mentira aquello de que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Al menos si lo tomamos como generalización. Hay veces que si, que mejor si lo que sea es breve, pero en cambio en otras, si se alarga, pues mejor. Lo sabemos todos.

Con esta serie la cosa es complicada. Digamos que tuve que hacer un ejercicio de abstracción importante para ver si realmente compensaba que esta serie siguiera en danza por la televisión después de haber degenerado tanto. Me explico; al principio la serie era muy inocente, con un guión bastante cutre y unos personajes intentando perfilarse. Con el principio me refiero a la primera temporada. A partir de ahí, de pronto aparecen esos mismos personajes, con muchísima más fuerza, unos capítulos espectaculares y muy divertidos y situaciones que, para lo que son estas cosas de vampiros con máscaras de látex, pues valen la pena. Y esto se mantiene varias temporadas, hasta que la cosa empieza a degenerar. De pronto todos los personajes se comportan igual, todos tienes digipoderes y todos luchan para ver quien dice la chorrada lapidaria más molona del capítulo. Incluso los vampirillos que aparecen en una escena siendo apalizados por Buffy o por cualquiera de sus exnovios participan. Fatal pinta la cosa. Incluso hay un capítulo musical, que no pinta nada y que parece ser la solución estandar para rellenar algún capítulo.

En una situación así, no sabía que hacer, si pensar que la degeneración había hecho perder el norte a Buffy y entonces dejaba de valer la pena o que ese norte perdido realmente había hecho que todo se volviese más divertido aunque se separase de todo el hilo que llevaba la trama en las primeras temporadas.

Al final decidí quedarme con la segunda opción. La verdad es que la diversión me la aseguraba, sobre todo con las líneas de guión y con las historias que se inventaban. Porque tela marinera las historias… Aunque no tengan sentido alguno las meten, y se hace divertidísimo; El capítulo en el que explican por qué de pronto Buffy tiene una hermana es impresionante.

Whedon ha sido capaz de transformar una serie en algo completamente distinto a base de temporadas y de que a pesar de ello, algunos seamos capaces de disfrutar con las dos Buffys.

Impresionante.