Cumple más y promete menos! Se que el título nada tiene que ver con mi entrada -referencia al osado Titán que intentó robar el fuego a los Dioses- pero son tantas las alusiones a su precursora Alien que la decepción parece inevitable. No se si es que Ridley Scott está en horas bajas o, simplemente, se ha dejado llevar por la moda de mal-explicar principios de mitos cinematográficos ya consagrados (ahora amenaza con hacer lo mismo con Blade Runner!) Sobre el espectáculo visual, recreación fantástica de otra planeta, ciencia ficción en máximo apogeo..., nada que objetar; saldrás maravillado por todos tus sentidos, personaje principal que nunca defrauda. Ahora..., sobre los personajes, el guión y la historia..., mejor dejémoslo en puntos suspensivos; vamos a pensar que ha sido un tropiezo en la fabulosa producción de este gran director. Explicar, sobre el conocimiento y principio de la vida, explica poco o nada -más pensada en la siguiente entrega que en perfeccionar ésta-, con una demasía de personajes danzando por el escenario simplemente para morir cuando sea oportuno -la pobre utilización de Charlize Theron da pena-, con escenas y frases locutorias no dignas de nuestro autor y una clara alusión a la mítica Alien que huele a tufo comercial para aumentar la recaudación! Dejemos a Sigourney Weaver en su trono (esta claro que en esta película nadie supone rival), acompañada de su repugnante alienígena (en esta entrega tampoco vas a encontrar un simil parecido) y rogemos para que Ridley recupere su chispa y no salpica, también, con su falta de acierto a Blade Runner!; creo que no podría soportar la caída de tanto mito!