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Thriller. Intriga. Drama
Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
6 de enero de 2010
6 de enero de 2010
42 de 165 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juan José Campanella. Qué más se puede decir de este supuesto nuevo genio argentino. Con “El mismo amor, la misma lluvia”, el meteoro era de somníferos y no de agua destilada. Con “El hijo de la novia”, la lluvia se tornó salada, cloruro de sodio proveniente de los lagrimales humanos sensibleros y estúpidos. Con “Luna de Avellaneda”, la lluvia se torna nostálgica y con presumibles ribetes épicos en orden a salvar al club de barrio, metáfora de la clase media argentina que cae en picada. Pero, restaba la cuarta, con su eviterno Darín interpretándose a si mismo. Me recuerda a Robin Williams, quien por más que quiera salirse de su rol de tipo bonachón borracho de frases de almanaque de una moralina muy estadounidense, como en Patch Adams, el Hombre Bicentenario o Mrs. Doubtfire, siempre cae en su propia telaraña. Es el caso de Darín y los guiones que le ofrecen sobrecargados de frases hechas, palabrotas muy “argentas” y su típica carita de porteño canchero. Todo es inverosímil en este bodrio inflado por la publicidad. Los diálogos tribunalicios distan mucho de ser reales, además de estar sobrecargados de "boludos y pelotudos" innnecesarios, como asimismo la escena del pene expuesto, la trama cae en imbecilidades como el ridículo avistamiento del sospechoso en el estadio. Villamil, con gusto a nada, como es habitual, Guillermo Francella, con su sempiterno Racing agota, pues se supone que esto no es una comedia. La historia de amor, incolora, inodora e insípida. Creo sinceramente que Campanella se cree un director de cine del primer mundo cuando en realidad debería ir a filmar a Laos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final: alucinante. Rago recordándole al ex oficial de Tribunales, "Perpetua dijo, no". Campanella, andá con tu moral de cuarta categoría y ya vista a otra parte...