Dicen que estamos ante la mejor película de ciencia ficción de la última década y no es para menos.

Dune en su primera parte maravilló al espectador sobre todo con su impactante fotografía y su facilidad para atraparte a través del sonido dentro de una historia que empezaba a cocerse a fuego lento.

En su segunda parte Dune ha conseguido lo que parecía difícil y es, mejorar todo el potencial que tenía su anterior entrega y transformar en virtud aquello en lo que su predecesora carecía o no tenía bien desarrollado.

Dune 2 es una maravilla visual , en la que la belleza de la profundidad del desierto es intensificada con una banda sonora que te golpea, en la que los silencios te susurran y los impactantes sonidos de su ambientación te dejan en silencio.

La película nos lleva por caminos de silencios, de tensión, de garra y de desolación. Nos transporta a un mundo distinto, un mundo donde la supervivencia , el honor y la fe son los pilares del resurgir de una vida nueva.

Luz y oscuridad se mezclan en armonía, una melodía se mete en tu cabeza con impactantes imágenes que te hablan, sonidos que te despiertan e interpretaciones que te desgarran y te arrastran dentro de la historia, dentro de la pantalla.

Villeneuve es un maestro, y lo ha demostrado una vez más, combinando está gran virtud de imágenes y sonido y dándoles vida a través de una historia con garra, con bastante más agilidad dentro de su pausa y con esas escenas de combate que todo el mundo esperaba en su primera cinta.

En definitiva DUNE 2 es hipnótica, absorbente, impactante sonora y visualmente, dolorosa y desgarradora aunque no lo parezca, épica y romántica pese a que no lo pretenda y definitivamente pese a poder quedarse corta en su valoración, la mejor película de ciencia ficción de la última década.