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Voto de Ferdydurke:
5
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5
5.8
1,252
17 de septiembre de 2024
17 de septiembre de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Volver a los diecisiete (la he gozado durísimo porque me recuerda a mis años mozos de zangolotino pelando la pava en los institutos USAmericanos rodeado de pollitas con/en pompones, a la sombra de las muchachas en flor, y tanto descerebrado con España, Juanito Valderrama, siempre de fondo en mi herido adolorido pen(s)amiento, me ha hecho pensar, por tanto, de eso se trata, en la primera vez que no era tal pero (ya) da igual, gracias, Kasdan, por la magdalena portátil casera hecha con la receta de la abuela, por el viaje en el tiempo, Interstellar).
Bueno, es Antes del amanecer + American Graffiti + (casi) cualquiera de entre los varios miles de millones (y subiendo, sigue y suma, teológica, ¿hay otra?) de comedias amorosas de (los) cachorros en institutos (o no), campos de concentración, gringos que cuentan o recrean o subliman o representan o metaforizan el paso (ritual, litúrgico, letárgico; estación de paso), de la niñez a la madurez (de la high school a la Universidad o al mundo laboral) a través de la práctica sexual, de si están preparados o no, otras veces lo expresan de manera más ¿sutil? por medio del baile (Grease, allí tenían cien años todos, Cocoon, pero qué importaba, gloria en las flores, esplendor en la hierba) de fin de curso, sí, eso/ello, lo que contaba o contó en su lejano día King en Carrie y De Palma posteriormente, la primera sangre, te la metió o no te la metió y quién y por qué y (¿por?) dónde y cuándo y qué.
Pero lo hace/n bien (y mal), es decir, es tan autoconsciente (una forma de brillantez) como otras obras parecidas indies pelotudas repelentes que tanto gustan a todo el mundo o, incluso, a toda la gente (¿500 días juntos?..., en verdad no, los personajes eran mayores, pero se me entiende, o ¿Submarine?..., en verdad no, los personajes eran menores, pero se me entiende, o las ya citadas al principio que ni por asomo, en la de Linklater eran -todavía más a más- mayores, y en/con la de Lucas compartían franja temporal, edad, pero el mecanismo es bastante diferente, pero se me entiende, siempre) y relamida, y delirante, y blandengue glande cine, y, también, es más pobre, y, por supuesto, menos vendible, porque no es ¿rara? ni le importa, quiere gustar (a toda hora) y lo demás se la sopla, basta, y ya, en ese sentido, de sobra, cumple o funciona, matiza casi cada escena y escribe/recita sus diálogos con claridad y sentido, bonhomía y tal vez hasta donosura y tonsura hermosura, hasta con alguna gracia idiota pop barroca, más allá de que todo sea una fórmula (esos amigotes, esa hermana, esos padres, los presentes y los ausentes, esos conflictos o problemos, esos musculitos y esas camisetitas y esas rubias y esos aeropuertos casas con sus jardincitos tan cuidados y limpitos, a todo ese respecto se parece, quizás más de lo que quisiera, lo citan como referente a la contra, al mundo de Nicholas churrero Sparks, esos folletones maqueados paupérrimos modernos estupefacientes yanquis como la patena, de polvos y pajas en cubeta, de ensayo tubo), simple, vaga, impersonal, anodina, tontorrona y de que te cuente un mundo de la piruleta de algodón de rosa, con flores a María.
Él es el pagafantas non plus ultra, el sujetavelas o pringado maximus prime, ella, del hechizo o embrujo letargo, le despierta, ella, también o además (tiene lo suyo, no es manca), es el sujeto/recipiente/conjunto vacío de un/a manguta (músico tenía que ser, de una banda, atrás, Satanás, John Cusak experience, guiño guiño, que se llama, a andanas, o se/le dice/n), tal para cual, el necio y la boba (dos trepas sin cabeza, El apartamento, aspiran a la pieza más codiciada y de ello, de su falta de escrúpulos o moral, los otros se aprovechan, el timo de la estampita, dos ofertas eternas malbaratadas, dos valores a la baja, dios los cría y ellos se juntan, dos gusanos que sueñan que son crisálidas y se despiertan llenos de babas), se encuentran y ven la luz, la salida de El tu(n)nel, el más allá, que juntos son la puta hostia bendita, la paranomasia y la hipotenusa, la caraba, el triángulo cuadrado, que aunque no sepan como funciona un preservativo ni la o con un canuto ni si se folla con paraguas o chubasquero, a ciegas o en trapecio, por detrás o por delante, son monos y hablan chulo mola mazo mucho, se confiesan, ya mejoraremos, kamasutra, venga.
Me faltó que citaran libros y películas y poesías y rimas y filosofías y esculturas y arquitecturas y deportistas y políticas y, claro, que hablaran (mucho) más de la intersección transversal ecolateral cultural posmoderna marxista existencialista deconstructivista irracionalista minimalista animalista inclusivista nominalista en/durante el apareamiento de los bichos humanos de toda la vida del señor y de tanta ola que te moja, o de la alteridad supina como ciencia no tan infusa, o de la tecnología cuándo serás mía como necrofilia.
Una pena.
Bueno, es Antes del amanecer + American Graffiti + (casi) cualquiera de entre los varios miles de millones (y subiendo, sigue y suma, teológica, ¿hay otra?) de comedias amorosas de (los) cachorros en institutos (o no), campos de concentración, gringos que cuentan o recrean o subliman o representan o metaforizan el paso (ritual, litúrgico, letárgico; estación de paso), de la niñez a la madurez (de la high school a la Universidad o al mundo laboral) a través de la práctica sexual, de si están preparados o no, otras veces lo expresan de manera más ¿sutil? por medio del baile (Grease, allí tenían cien años todos, Cocoon, pero qué importaba, gloria en las flores, esplendor en la hierba) de fin de curso, sí, eso/ello, lo que contaba o contó en su lejano día King en Carrie y De Palma posteriormente, la primera sangre, te la metió o no te la metió y quién y por qué y (¿por?) dónde y cuándo y qué.
Pero lo hace/n bien (y mal), es decir, es tan autoconsciente (una forma de brillantez) como otras obras parecidas indies pelotudas repelentes que tanto gustan a todo el mundo o, incluso, a toda la gente (¿500 días juntos?..., en verdad no, los personajes eran mayores, pero se me entiende, o ¿Submarine?..., en verdad no, los personajes eran menores, pero se me entiende, o las ya citadas al principio que ni por asomo, en la de Linklater eran -todavía más a más- mayores, y en/con la de Lucas compartían franja temporal, edad, pero el mecanismo es bastante diferente, pero se me entiende, siempre) y relamida, y delirante, y blandengue glande cine, y, también, es más pobre, y, por supuesto, menos vendible, porque no es ¿rara? ni le importa, quiere gustar (a toda hora) y lo demás se la sopla, basta, y ya, en ese sentido, de sobra, cumple o funciona, matiza casi cada escena y escribe/recita sus diálogos con claridad y sentido, bonhomía y tal vez hasta donosura y tonsura hermosura, hasta con alguna gracia idiota pop barroca, más allá de que todo sea una fórmula (esos amigotes, esa hermana, esos padres, los presentes y los ausentes, esos conflictos o problemos, esos musculitos y esas camisetitas y esas rubias y esos aeropuertos casas con sus jardincitos tan cuidados y limpitos, a todo ese respecto se parece, quizás más de lo que quisiera, lo citan como referente a la contra, al mundo de Nicholas churrero Sparks, esos folletones maqueados paupérrimos modernos estupefacientes yanquis como la patena, de polvos y pajas en cubeta, de ensayo tubo), simple, vaga, impersonal, anodina, tontorrona y de que te cuente un mundo de la piruleta de algodón de rosa, con flores a María.
Él es el pagafantas non plus ultra, el sujetavelas o pringado maximus prime, ella, del hechizo o embrujo letargo, le despierta, ella, también o además (tiene lo suyo, no es manca), es el sujeto/recipiente/conjunto vacío de un/a manguta (músico tenía que ser, de una banda, atrás, Satanás, John Cusak experience, guiño guiño, que se llama, a andanas, o se/le dice/n), tal para cual, el necio y la boba (dos trepas sin cabeza, El apartamento, aspiran a la pieza más codiciada y de ello, de su falta de escrúpulos o moral, los otros se aprovechan, el timo de la estampita, dos ofertas eternas malbaratadas, dos valores a la baja, dios los cría y ellos se juntan, dos gusanos que sueñan que son crisálidas y se despiertan llenos de babas), se encuentran y ven la luz, la salida de El tu(n)nel, el más allá, que juntos son la puta hostia bendita, la paranomasia y la hipotenusa, la caraba, el triángulo cuadrado, que aunque no sepan como funciona un preservativo ni la o con un canuto ni si se folla con paraguas o chubasquero, a ciegas o en trapecio, por detrás o por delante, son monos y hablan chulo mola mazo mucho, se confiesan, ya mejoraremos, kamasutra, venga.
Me faltó que citaran libros y películas y poesías y rimas y filosofías y esculturas y arquitecturas y deportistas y políticas y, claro, que hablaran (mucho) más de la intersección transversal ecolateral cultural posmoderna marxista existencialista deconstructivista irracionalista minimalista animalista inclusivista nominalista en/durante el apareamiento de los bichos humanos de toda la vida del señor y de tanta ola que te moja, o de la alteridad supina como ciencia no tan infusa, o de la tecnología cuándo serás mía como necrofilia.
Una pena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo suyo hubiera sido (El graduado/Sufre mamón, y ahora qué) que hubieran acabado en todo lo alto, que hubiesen finalizado en la capital de El reino (el nuestro, el de Sorogoyen, perfecto) viendo una película de Almodóvar, esa es otra (para que supieran de primera mano lo que vale un peine, lo que es bueno, jamón de jabugo) el día del estreno, causalmente, qué he hecho yo para merecer esto, por supuesto.
No puedes comprar mi amor (ya que yo te lo regalo, toma, hermosa, gracias, majo, de nada, nena).
No puedes comprar mi amor (ya que yo te lo regalo, toma, hermosa, gracias, majo, de nada, nena).