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Voto de Spark:
4
6.2
9,107
Drama. Thriller
En 1973, el joven John Paul Getty III (Charlie Plummer) es secuestrado en las calles de Roma, y sus captores piden por él un rescate de 17 millones de dólares. A partir de ese momento su madre comenzará una desesperada lucha por conseguir que el abuelo del joven, el magnate del petróleo Jean Paul Getty (Christopher Plummer), uno de los hombres más ricos del mundo, pagase el rescate. Getty se niega a pagar un sólo céntimo por su nieto, ... [+]
15 de enero de 2023
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A Ridley Scott se le ha ido la mano en este drama basado en hechos reales, sobre el secuestro del nieto del multimillonario del petróleo Paul Getty (Christopher Plummer) así como de las negociaciones o las indagaciones para su liberación. El hecho narrado es desde luego dramático, intrigante e inquisidor. La trama criminal y su consecuente desenlace resulta enigmático y tensionado, y la disección que hace el guion de algunos de sus personajes (en particular de nieto y abuelo) es tremendamente ilustrativa a la par que natural.
Ahora bien... ¿hacían falta sus más de dos horas para exponer esta cinta de ficción (pues no deja de serlo) con todos sus pormenores?, la respuesta es no. Pues la pluma de David Scarpa (jamás ha estado más atinado que en esta película. Porque su versión de "Ultimátum a la Tierra" (2008) o su libreto para "La última fortaleza" (2001) tampoco es que sean para tirar cohetes) sabe aportar con muy pocas situaciones y diálogos la enquistada personalidad de sus personajes... así que está de más reincidir una y otra vez en el mismo asunto cuando ya se nos ha sido descrito (más en spoilers)...
Ahora bien... ¿hacían falta sus más de dos horas para exponer esta cinta de ficción (pues no deja de serlo) con todos sus pormenores?, la respuesta es no. Pues la pluma de David Scarpa (jamás ha estado más atinado que en esta película. Porque su versión de "Ultimátum a la Tierra" (2008) o su libreto para "La última fortaleza" (2001) tampoco es que sean para tirar cohetes) sabe aportar con muy pocas situaciones y diálogos la enquistada personalidad de sus personajes... así que está de más reincidir una y otra vez en el mismo asunto cuando ya se nos ha sido descrito (más en spoilers)...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... no necesitamos ver 10 veces lo materialista que es Paul Getty si con un par de veces ha quedado del todo definido como personaje (y más siendo interpretado de forma brillante por Christopher Plummer, por cierto), al igual que no nos hace falta ver el reiterado regateo que se traen los secuestradores y el paganini. Esto no es más que una repetición de lo mismo sin nada nuevo que aportar más que hacer exasperar al espectador (que busca documentación, sí. Pero también busca entretenimiento, que esto no es un documental... y aun con todo los documentales suelen ser más precisos), y no hace fluir la trama con desenvoltura. Cuesta creer que Scott no tenga claro en "Todo el dinero del mundo" algo tan básico como el lenguaje cinematográfico, y achacaré este gran defecto narrativo a todos los problemas en la creación de esta obra (todo el tema de Kevin Spacey y su sustitución).
Desde luego es un defecto importante, que ensombrece en gran medida todas las virtudes (que las tiene) del conjunto. Virtudes que están a punto de compensar ese guion tan irregular (muy atinado a la hora de concebir a sus personajes, muy errado a la hora de hacer progresar sus acontecimientos), pero que no son suficientes como para tan siquiera lograr una distracción momentánea. Están en el umbral, eso sí, de lograrlo. Y es que tenemos una actuación secundaria por parte de Christopher Plummer tan honesta como aterradora (el actor canadiense logra configurar a un monstruo muy reconocible, consumido por su obsesión que le ha borrado su humanidad), y Michelle Williams está del todo sólida en su papel de sufrida madre (todo su bagaje dramático en "Dawson crece" (1998-2003) se sigue notando en su filmografía posterior), Mark Wahlberg, Charlie Plummer y Romain Duris también dotan de verosimilitud y comodidad a sus roles para con el espectador.
Y el Scott director siempre atina en sus planos orgánicos (que no memorables en esta ocasión. Esto no es "Gladiator" (2000), "Blade Runner" (1982) o "Alien" (1979)), lo que realza una dirección artística prolífica y conveniente en todo momento.
Pero todas estas virtudes quedan bastante opacadas por una trama redundante sin necesidad alguna, excepto para los más aficionados a la completa verosimilitud dentro del cine... aunque sus personajes estén mirando a una pared en blanco (no es el caso, pero entiendan la analogía). No resulta recomendable y pierde más y más cuanto más se visione, pues más quedan al descubierto sus desaciertos. Solo recomendable a los muy fans del cine de Ridley Scott (desde luego está por debajo de la media de sus trabajos, pero no es tan mala como "El consejero" (2013), "Un buen año" (2006) o "Alien: Covenant" (2017)) o muy fans de sus actores en particular. El resto se pierde poco.
Lo mejor: Me quedo con la actuación de Christopher Plummer.
Lo peor: Su innecesaria duración muy pasada de rosca.
Desde luego es un defecto importante, que ensombrece en gran medida todas las virtudes (que las tiene) del conjunto. Virtudes que están a punto de compensar ese guion tan irregular (muy atinado a la hora de concebir a sus personajes, muy errado a la hora de hacer progresar sus acontecimientos), pero que no son suficientes como para tan siquiera lograr una distracción momentánea. Están en el umbral, eso sí, de lograrlo. Y es que tenemos una actuación secundaria por parte de Christopher Plummer tan honesta como aterradora (el actor canadiense logra configurar a un monstruo muy reconocible, consumido por su obsesión que le ha borrado su humanidad), y Michelle Williams está del todo sólida en su papel de sufrida madre (todo su bagaje dramático en "Dawson crece" (1998-2003) se sigue notando en su filmografía posterior), Mark Wahlberg, Charlie Plummer y Romain Duris también dotan de verosimilitud y comodidad a sus roles para con el espectador.
Y el Scott director siempre atina en sus planos orgánicos (que no memorables en esta ocasión. Esto no es "Gladiator" (2000), "Blade Runner" (1982) o "Alien" (1979)), lo que realza una dirección artística prolífica y conveniente en todo momento.
Pero todas estas virtudes quedan bastante opacadas por una trama redundante sin necesidad alguna, excepto para los más aficionados a la completa verosimilitud dentro del cine... aunque sus personajes estén mirando a una pared en blanco (no es el caso, pero entiendan la analogía). No resulta recomendable y pierde más y más cuanto más se visione, pues más quedan al descubierto sus desaciertos. Solo recomendable a los muy fans del cine de Ridley Scott (desde luego está por debajo de la media de sus trabajos, pero no es tan mala como "El consejero" (2013), "Un buen año" (2006) o "Alien: Covenant" (2017)) o muy fans de sus actores en particular. El resto se pierde poco.
Lo mejor: Me quedo con la actuación de Christopher Plummer.
Lo peor: Su innecesaria duración muy pasada de rosca.