Tras incontables largometrajes de Spider-Man, los X-Men, Iron Man, Capitán América y demás ralea de la MARVEL cómics, en 2016 nos llega la película sobre el ambiguo superhéroe Deadpool (mas conocido como Masacre para los fans hispanoparlantes de este personaje de cómics); un mercenario bocazas (dicho por él mismo en cómics y videojuegos varios) y mutante que sale de los cómics de la Patrulla X... con lo cual este "Deadpool" se puede considerar un spin-off de la saga X-Men.

Pero Masacre (para mí es y siempre será Masacre) no es un mutante cualquiera; es un personaje claroscuro y con más rasgos de antihéroe que de héroe. Sus orígenes se remontan (en el cómic y en este film) como un matón a sueldo que ve su vida trastocada cuando le detectan un cáncer terminal y se ve forzado a someterse a extraños experimentos para sobrevivir. Esto hace que se convierta en un mutante inmortal con capacidades regenerativas (al igual que Lobezno, con el que contrasta con su personalidad gamberra), un ser desfigurado y mentalmente inestable que tan solo busca venganza hacia su creador en esta cinta... y que lo mismo trabaja para el bando de los malvados que para el de los superhéroes en los cómics. Este personaje de la MARVEL también se caracteriza por romper con la cuarta pared y hablar con sorna y humor con el lector, el jugador o el espectador dependiendo de la plataforma en la que lo disfrutemos.

Y el bautizo en el cine de Masacre en solitario está a la altura de su personaje (resarciéndose así del destrozo que se hizo a su personaje en la cinta "X-Men Orígenes: Lobezno"). Los que somos fans del personaje disfrutaremos por fin de una cinta de entretenimiento que comparte el tono gamberro, carismático, sarcástico y de humor negro de su personaje (un tono brutal más cercano a las cintas de "Kick-Ass" o al cine tarantiniano que al timorato humor de Ant Man. Algo que hace de la cinta un largo no apto para mayores de 18 por sus escenas gore y sus chistes sexuales)... y quien no supiera de este mercenario a prueba de balas se sorprenderá con una cinta de entretenimiento superheroíco más atrevida y divertida de lo esperado (desde luego este "Deadpool" supone uno de los mejores films del universo MARVEL).

Evidentemente el film sigue con el tono juvenil, festivo y liviano que vienen imprimiendo todos los largometrajes de MARVEL Cómics (en contraste con los cómics de la DC que pretenden (a veces con más o menos suerte) aportar al género un tono más maduro, cuidado y profundo). Así que de nuevo no nos encontramos con una trama de la complejidad y las hondanas de "El Caballero Oscuro" o "Batman Begins" de Nolan (quien busque algo así, que revise esos títulos), sino con un tono del estilo del "Spider-Man" de Raimi, el "Iron Man" de Favreu o los "Guardianes de la Galaxia" de James Gunn. Esto es una cinta de superhéroes con una trama de aventuras sin mucho seso pero casi siempre con gran diversión y un estupendo sentido de la evasión... en esta ocasión en mejores y más dosis que otros films de la MARVEL.

Eso sí, no estamos ante la quintaesencia del cine de superhéroes, pues su trama aventurera (si bien se desarrolla con una rauda cadencia completamente certera, diestra y disfrutable en varios visionados) de héroe al que le fastidian la vida en busca de venganza (y con un interés romántico de por medio) es tan revista y poco novedosa como previsible y poco sorprendente en su desarrollo). El poder haberse esforzado algo más en la trama de aventuras sin dejar por ello de ofrecer un gran sentido del humor no era tarea imposible y "Deadpool" pudo haberlo ofrecido (mismamente "Guardianes de la Galaxia" o "Kick-Ass" lo lograron). Es por ello que el largo no resulta una obra maestra y redonda del género. Sin embargo "Deadpool" supone no solo un entretenimiento complaciente, sino una cinta de autoparodia guasona y ocurrente superior a la media habitual que nos ofrece el cine comercial.

Y esto se debe, por este orden, a la gran perspicacia del humor de su guión, a la desenfadada y descocada interpretación de Ryan Reynolds, y a la destreza en la puesta en escena por parte de Tim Miller. Con ello "Deadpool" es casi casi tan buena como "Kick-Ass" o "Guardianes de la Galaxia" (una pena que "Deadpool" no cuente con una trama aventurera tan mimada y detallada como aquellas).

Los chistosas y burlescas situaciones y diálogos de este Masacre son prácticamente algo continuado y casi siempre perspicaz, avispado, mordaz y punzante. Y Reynolds aporta un humor físico totalmente conveniente (el expresivo actor ya ha demostrado que se le da mejor la comedia (casos de "Hasta que la muerte nos separe" o "La proposición") que el drama (casos de "X-Men Orígenes: Lobezno" o "Linterna Verde")... aunque en esta ocasión contaba con la dificultad de llevar siempre una mascara y tener que basar su interpretación en los gestos del resto de su cuerpo... prueba que pasa con nota). El resto del reparto también cumple sin despeinarse (aunque sus personajes no exigían demasiado, sinceramente).

Y la puesta en escena es otro notable acierto. Sin tener una fotografía memorable, el film consigue una plasticidad muy particular con escenarios vetustos y sangrientos (donde predominan los ocres y los rojos) que son una delicia para el espectador, así como el vestuario de este Masacre totalmente fiel a sus mejores cómics y videojuegos. Tim Miller por su parte, sin aportar tampoco ninguna sorpresa, aporta una realización siempre pertinente, resuelta y fluída.

Todas estas virtudes hacen de "Deadpool" una cinta cómica de superhéroes de una calidad reseñable y del todo recomendable, un divertimento deleitoso sea en su primer vistazo o en sus posteriores visionados. Aunque tampoco es el caso de loar en extremo a este complaciente entretenimiento de risas sin fecha de caducidad, pues su trama de acción es mejorable y no es el film definitivo de este divertido superhéroe (me aventuro a decir que veremos más y mejor de Masacre).

Lo mejor:..