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Voto de Firehunter:
7
6.2
24,833
Fantástico. Musical. Romance. Aventuras
Aladdin (Mena Massoud) es un adorable pero desafortunado ladronzuelo enamorado de la hija del Sultán, la princesa Jasmine (Naomi Scott). Para intentar conquistarla, acepta el desafío de Jafar (Marwan Kenzari), que consiste en entrar a una cueva en mitad del desierto para dar con una lámpara mágica que le concederá todos sus deseos. Allí es donde Aladdín conocerá al Genio (Will Smith), dando inicio a una aventura como nunca antes había imaginado. (FILMAFFINITY) [+]
21 de junio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aladdin es una buena película, lo que se escriba a partir de aquí puede entenderse de muchas formas, pero ese es el mensaje que quiero dejar, que me ha gustado. Me ha gustado porque está bien realizada, porque lo mejor de la película, que es la princesa Jasmine y su buena química con Aladdin superan con creces a lo peor, que es Jafar, por otra parte Will Smith firma una buena interpretación del genio, a mi juicio sin ser destacable ni por especialmente bueno ni por malo.
Dicho eso entremos en detalle y el detalle más destacado de la película es el empoderamiento de Jasmine, este personaje ya en la antigua tenía algún momento relevante, no era un mero florero, pero ni mucho menos alcanzaba el empaque que tiene en esta nueva versión. Y quiero incidir en eso porque en nombre del empoderamiento de personajes femeninos se han cometido auténticas atrocidades en películas recientes, el más destacable ese momento “no está sola de Endgame.
No, muy al contrario Jasmine bebe del espíritu de Mulan, de ese personaje potente, que no cargante, la actriz que la interpreta, Naomi Scott es una mujer de aspecto contundente y mirada altiva, perfecta para una princesa que, igual que en la antigua pero ahora con un mayor respaldo del guión, reclama su lugar en ese palacio.
También es destacable el trabajo de Mena Massoud, Aladdin, que retrocede un par de pasos ante el envite del personaje de Jamine pero no por ello pierde presencia global en la película, simplemente deja más protagonismo a la princesa en ciertos momentos manteniendo él el suyo cuando tiene la oportunidad. Su principal objetivo será encontrar a Jasmine y quedarse pasmado cada vez que la encuentra, los dos tienen mucha química y se hace muy agradable verles interactuar en la película.
Dicho eso entremos en detalle y el detalle más destacado de la película es el empoderamiento de Jasmine, este personaje ya en la antigua tenía algún momento relevante, no era un mero florero, pero ni mucho menos alcanzaba el empaque que tiene en esta nueva versión. Y quiero incidir en eso porque en nombre del empoderamiento de personajes femeninos se han cometido auténticas atrocidades en películas recientes, el más destacable ese momento “no está sola de Endgame.
No, muy al contrario Jasmine bebe del espíritu de Mulan, de ese personaje potente, que no cargante, la actriz que la interpreta, Naomi Scott es una mujer de aspecto contundente y mirada altiva, perfecta para una princesa que, igual que en la antigua pero ahora con un mayor respaldo del guión, reclama su lugar en ese palacio.
También es destacable el trabajo de Mena Massoud, Aladdin, que retrocede un par de pasos ante el envite del personaje de Jamine pero no por ello pierde presencia global en la película, simplemente deja más protagonismo a la princesa en ciertos momentos manteniendo él el suyo cuando tiene la oportunidad. Su principal objetivo será encontrar a Jasmine y quedarse pasmado cada vez que la encuentra, los dos tienen mucha química y se hace muy agradable verles interactuar en la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo que es un solemne desastre es Jafar, aquí tuvo que haber alguien que se quedó dormido tanto en el momento de buscar al actor como de crear al personaje. Jafar no impone ningún miedo en toda la película, para empezar porque intentan hacer una conexión entre él y Aladdin que no va a ningún sitio, como si Jafar fuera algo así como una versión malvada de Aladdin, pero es que queda ridículo que un Visir tenga tan poca edad, porque el sultán sí es mayor. Todo esto genera escenas bastante pobres y yo creo que es lo único de la película que no funciona.
Dicho lo cual a la película le pasa a menudo que no acaba de tener esa magia de la original, esa magia en la película antigua tanto como en la nueva la pone el Genio, que en esta nueva version es Will Smith, un actor muy querido por el público. Aunque en este caso ha habido un error, Will es un buen actor, de hecho ha realizado varios papeles muy memorables, pero yo no lo catalogaría como un cómico y tampoco como un actor especialmente histriónico o loco. Es un actor de acción con tintes de comedia y un potente actor dramático pero no es un cómico per sé y el personaje del genio es muy especial, porque no es un personaje de la película.
Esto es difícil de explicar pero fácil de ver con otros ejemplos, El Capitán Sparrow no existe, ese personaje no se escribió así, fue reescrito entero a medida de su actor, Iron Man no existe, el de las películas es un personaje creado a partir de su actor, el de los cómics no se parece en nada al de las películas. Hay veces que tienes un actor tan potente que no te interesa asignarle un personaje, no porque no puedas sino porque da mejor resultado simplemente dejarle a él ser el protagonista.
Este es el caso del Genio de Aladdin, es un personaje poseído por el actor que lo interpreta, no es Williams el que hace de genio, son los artistas de Disney Animation los que ponen al genio a interpretar a este último. Las imitaciones, los bailes locos, los mil y un registros de voz no son, ni de lejos, características que tengan el más mínimo sentido en ese personaje, pero si lo tienen en su actor. Robin Williams fue un icono, un titan de la comedia, un tipo especial, diferente a todo lo demás y el Genio se diseñó a partir de muchas cosas que lo definen, pero repito, que lo definen a él, no al Genio.
Esto lo que produce es que es imposible actuar de genio, porque ese personaje nunca ha existido en la película de Aladdin, estás actuando de Robin Williams y eso es imposible, porque no es ya que Will sea mejor o peor, es que Will Smith no es famoso por sus imitaciones, ni por su personalidad histriónica ni por su cariño por los pequeños personajes de sus películas, el no es el profesor de los poetas muertos, no es Peter Pan, no ha estado en Vietnam. Williams era un niño encerrado en el cuerpo de un hombretón peludo, y eso es el genio, un ser de poderes infinitos que se comporta de forma infantil y entrañable.
Y esto nos lleva a la conclusión de este texto, la maestría que alcanzó Disney animation consigue hoy, 27 años después, una victoria honorífica, no por ello menos abrumadora, el Genio del 92 era más expresivo que este, la ciudad era más bella, la música era mejor y sobre todo, sobre todo era genial, tenía ese toque mágico de las mejores películas de Disney, un cariño infinito en cada momento, una intención constante de desbordar al espectador que yo en esta película no he visto, está película es el trabajo de un profesional, pero no de un artista.
Por tanto bien hecho para los que han trabajado en esta película, pues han tratado con el respeto y cariño que se merecía a esta película, aun así, para mí la original siempre será la auténtica Aladdin y cuando oiga la banda sonora oiré la de la antigua………
Aunque sin que ni yo mismo me dé cuenta, aparecerá “Speechless” en esa lista de reproducción, que siempre se pueden añadir cosas buenas a algo genial.
Dicho lo cual a la película le pasa a menudo que no acaba de tener esa magia de la original, esa magia en la película antigua tanto como en la nueva la pone el Genio, que en esta nueva version es Will Smith, un actor muy querido por el público. Aunque en este caso ha habido un error, Will es un buen actor, de hecho ha realizado varios papeles muy memorables, pero yo no lo catalogaría como un cómico y tampoco como un actor especialmente histriónico o loco. Es un actor de acción con tintes de comedia y un potente actor dramático pero no es un cómico per sé y el personaje del genio es muy especial, porque no es un personaje de la película.
Esto es difícil de explicar pero fácil de ver con otros ejemplos, El Capitán Sparrow no existe, ese personaje no se escribió así, fue reescrito entero a medida de su actor, Iron Man no existe, el de las películas es un personaje creado a partir de su actor, el de los cómics no se parece en nada al de las películas. Hay veces que tienes un actor tan potente que no te interesa asignarle un personaje, no porque no puedas sino porque da mejor resultado simplemente dejarle a él ser el protagonista.
Este es el caso del Genio de Aladdin, es un personaje poseído por el actor que lo interpreta, no es Williams el que hace de genio, son los artistas de Disney Animation los que ponen al genio a interpretar a este último. Las imitaciones, los bailes locos, los mil y un registros de voz no son, ni de lejos, características que tengan el más mínimo sentido en ese personaje, pero si lo tienen en su actor. Robin Williams fue un icono, un titan de la comedia, un tipo especial, diferente a todo lo demás y el Genio se diseñó a partir de muchas cosas que lo definen, pero repito, que lo definen a él, no al Genio.
Esto lo que produce es que es imposible actuar de genio, porque ese personaje nunca ha existido en la película de Aladdin, estás actuando de Robin Williams y eso es imposible, porque no es ya que Will sea mejor o peor, es que Will Smith no es famoso por sus imitaciones, ni por su personalidad histriónica ni por su cariño por los pequeños personajes de sus películas, el no es el profesor de los poetas muertos, no es Peter Pan, no ha estado en Vietnam. Williams era un niño encerrado en el cuerpo de un hombretón peludo, y eso es el genio, un ser de poderes infinitos que se comporta de forma infantil y entrañable.
Y esto nos lleva a la conclusión de este texto, la maestría que alcanzó Disney animation consigue hoy, 27 años después, una victoria honorífica, no por ello menos abrumadora, el Genio del 92 era más expresivo que este, la ciudad era más bella, la música era mejor y sobre todo, sobre todo era genial, tenía ese toque mágico de las mejores películas de Disney, un cariño infinito en cada momento, una intención constante de desbordar al espectador que yo en esta película no he visto, está película es el trabajo de un profesional, pero no de un artista.
Por tanto bien hecho para los que han trabajado en esta película, pues han tratado con el respeto y cariño que se merecía a esta película, aun así, para mí la original siempre será la auténtica Aladdin y cuando oiga la banda sonora oiré la de la antigua………
Aunque sin que ni yo mismo me dé cuenta, aparecerá “Speechless” en esa lista de reproducción, que siempre se pueden añadir cosas buenas a algo genial.